"La pandemia nos ha vuelto actores para poderla contar, dice fotoperiodista Alejandro Escobar"
Lo que está ocurriendo actualmente por la contingencia sanitaria por el coronavirus es un hecho de trascendencia que se debe registrar en imágenes, consideró el fotoperiodista Alejandro Escobar.
Durante la conferencia Hablemos de Fotografía, que de manera virtual se llevó a cabo como parte de las actividades del Festival Internacional Universitario de la Cultura, Escobar quien es fotógrafo de Noroeste y maestro de fotografía de la UAS, dijo que esta pandemia convierte a todos en actores.
"Para poderlo contar a algunos a nuestros nietos, nuestros hijos, un hecho de esta trascendencia lo tenemos que registrar en imágenes, todos los días, desde que inició esto, he encontrado fotografías: ver que una sola persona traía cubrebocas por las calles y la mayoría no, ver la ciudad vacía", dijo.
"Pero también cómo la vivimos quienes hemos estado dentro de nuestros hogares, cómo lo vives en casa, en las calles, en los hospitales... Nosotros, como fotógrafos, lo tenemos que registrar pero también las familias".
Durante la transmisión en vivo, Escobar recordó sus inicios como profesor en la Escuela de Artes y Oficios de la UAS, que se abrió muy cerca de la casa donde nació, el apoyo que tuvo de maestros como Sergio Inzunza, los cursos a los que iba y en los que participaban los alumnos.
Al periódico Noroeste, dijo, entró desde que se fundó, en 1973, entonces la fotografía era analógica, de papel, con revelado de rollos.
"Yo inicié en el foto periodismo en 1973, cuando se abre el periódico, yo ya estaba integrado como fotógrafo del medio, y siempre me gusta compartir esta foto de una gasolinera que estaba en Obregón y Madero, enfrente del Executivo, porque muestran cómo era la ciudad y cómo se ha sufrido una transformación del año 70 al 2000, son cambios que me ha tocado registrar".
Escobar recordó que en los años 70 los jóvenes buscaban liberarse de ataduras, que políticamente buscaban espacios, y surgieron problemas sociales de estudiantes, que fue un hecho que tuvo la oportunidad de registrar.
Otro tema que le ha tocado cubrir es el del narcotráfico, la destrucción, la violencia que genera.
"Empezamos a registrarlo y se convirtió en algo común encontrarse con balaceras. Teníamos que registrarlo con fotos, llegábamos a los hechos junto con los policías, teníamos que mantenernos al margen y hacer una fotografía que llegara a los lectores con la información gráfica más veraz".
Recordó cuando en una ocasión le tocó hacer un reportaje durante la destrucción de un plantío de enervantes, una fotógrafa norteamericana le tomó una foto junto al plantío, y esa imagen fue la portada de una revista estadounidense, pero lo confundieron un agente de la policía federal.
"El reportero trabaja de mano de la fuente, quien te genera la información, las fuentes tienen su área de comunicación, tenemos contacto con ella para cubrir eventos que genere, pero a veces los hechos nos los encontramos en la calle, y ahí no es por invitación de nadie, nosotros siempre andamos con la cámara colgada y el reportero listo para cubrir la nota", dijo.
"Muchos eventos nos toca a bocajarro, una vez me tocó estar en el momento en que se daba la balacera".
A la charla se conectaron más de 300 personas a quienes les platicó de los premios que recibió de la UAS, como el Payo del Rosario, los de Gobierno, y todos por imágenes referentes a la lucha contra el narcotráfico.
Habló de la evolución del trabajo fotográfico cuando eran enviados a eventos en otras partes del país, como hacían envío de persona a persona, por fax, mediante escaneo, hasta llegar hoy en día a lo digital.
"Me ha tocado estar en situaciones que ponen en riesgo la integridad física de uno, pero es parte de la profesión. Esta profesión la quiero, la voy a desarrollar, sabemos en lo que andamos, por eso estamos al pendiente de lo que está sucediendo, nos preguntamos qué pasa si se oyen sirenas en la calle", aseguró.
"Porque ya lo trae uno, el querer llevar información al siguiente día y la sociedad esté enterada".
CONDUCCIÓN
La charla fue conducida por Mariana Astorga y tuvo una audiencia de más de 300 personas que se conectaron a través de la página de Facebook CulturaUAS.