Iniciamos una manera de aplicar el poder ciudadano, el verdadero poder que no hemos sabido ni querido ejercer anteriormente.
¿Mejorar o morir?
Nos encaminamos como nación a fortalecer dos rutas: a seguir la política tradicional o a una inédita: una mayor participación ciudadana. A un cogobierno ciudadano con cada uno en su sitio.
El punto es ¿Qué vas a hacer tú ciudadano? ¿Vas a poner de tu parte para que México mejore sustancialmente? ¿O vas a seguir igual o sin creer que hagas lo que hagas el país no cambiará? ¿Seguirás simpatizando o apoyando a tu partido favorito?
Desde luego la respuesta está en tu percepción, si a estas alturas del juego crees que México va ganando es el momento de cuestionar la óptica, no puede haber cambios sustanciales si no cambia dramáticamente la percepción, es decir si no te duele o entusiasma descubrir mejores formas posibles.
Desde luego el partido se ve diferente en diferentes partes del estadio, pero en la cancha se está jugando el destino de México independientemente de tus preferencias políticas y actitud y... el juego empeora. Nos decantamos hacia una dictadura lo creas o no lo creas, los ministros son unos apéndices.
La política tradicional
¿A qué nos referimos? A la suma de factores que nos han impedido ser una nación de 1er mundo porque ya son obsoletas e impiden la democracia:
Al dedazo, al presidencialismo, a la centralización del poder, de las decisiones y que el gasto público dependa del capricho y ocurrencias de un solo hombre, que la justicia sea imparcial y no se castigue a los corruptos empezando desde arriba, a quedar bien con él aprobando en las cámaras las leyes tal como las envía, que el equilibrio de poderes y las leyes no se respeten, a la compra de votos y acarreos, al excesivo gasto que ocasiona ganar y mantener el poder, una injusticia mayúscula para que sigan robando.
Este sistema por décadas ha impedido que México vuele más alto, los ciudadanos cedieron su participación votando o no votando por quienes saben que les roban, pero como el dinero público ‘no es de nadie’ se toman la libertad ¡no faltaba más! nadie los castiga. La simulación se institucionalizó y el pueblo aguanta, acostumbrado por siglos a que unos pocos decidan por ellos.
¿Apoyo real?
Viendo el creciente apoyo y los aplausos a Xóchitl Gálvez nos preguntamos ¿De veras toda esa gente que la aclama va a poner su hombro en los cambios que el país necesita? ¿O quieren ir cómodamente sentados en el autobús mientras ella maneja y carga con todo? ¿Las encuestas que se iban a realizar hoy reflejan esta realidad?
Para que el país mejore se requiere que la gente participe en la política, que no es lo mismo que se haga político. Es muy simple: el gobierno no ha podido solo y además hay que vigilarlo de cerca para que no robe, sea del partido que sea.
¿Y quién aplicará la justicia y defenderá la democracia? Justo por eso el ejército fue comprado ejerciendo un presupuesto mayor a otras secretarías más básicas y los narcos andan sueltos. Se está poniendo toda la carne en el asador para mantener el poder, tienen mucho que perder, la Revolución socialista o 4T necesita más tiempo y que la gente lo permita distrayéndola. Los libros de texto le ayudan a costa de la inocencia de los niños.
Hay gente que desea que esto suceda o que simpatiza con ella por el enojo añejado contra “los corruptos del pasado” sin mirar a los presentes peores. El Marxismo inculcó el odio y la lucha de clases. Ahora se llaman Progresistas por sus evidentes fracasos.
Se avecinan tormentas
Vienen una serie de situaciones ya muy advertidas y peligrosas:
-Que Xóchitl sea impedida por el jerarca para que no gane. -Habrá que reducir inteligentemente la intervención de los narcos en las próximas votaciones. –Harán trampa y lo imposible por quedarse. –Posiblemente crear un caos para imponer un estado de sitio, los disturbios aumentan en frecuencia e intensidad. -El régimen actual busca apoderarse del congreso para sabotear las mejoras. -La resistencia a soltar el poder los partidos políticos acostumbrados al hueso y a resistirse a darles espacio a la ciudadanía.
Asimismo: -Fortalecer el equilibrio de los 3 poderes para acotar el presidencialismo. -Aplicar la justicia empezando desde arriba. -Reubicar al ejército y su presupuesto. -Sanar las finanzas nacionales por los gastos en las obras sin terminar y soltar más presupuesto a los estados. -Mejorar el sistema de salud. -Restablecer las instituciones que garanticen la democracia. -¡La educación! -Subirnos al primer mundo con tecnología de punta. Está serio.
Para eso México necesita que tú pongas el hombro, cuidado no basta solo una votación apabullante e incuestionable, la descalificarán con pretextos si pierden, se requieren más acciones.
¿Qué empezarás a hacer que no habías hecho antes?