La lectura en un asunto de familia, asegura Élmer Mendoza
Convertir la lectura en un asunto de familia fue la invitación que el escritor Élmer Mendoza hizo a los sinaloenses que participaron en el taller Principios básicos para la promoción de lectura.
Los libros, dijo, son un elemento básico dentro de nuestros hogares.
“Hay que tener libros en casa, inculcar la lectura a nuestros hijos, sobrinos, hermanos, amigos y asumir la responsabilidad de promocionarla a través del ejemplo, pues gracias a ella aumenta la capacidad de reflexión y se enriquece la forma de ver el mundo”.
Las personas estamos hechas de historias y la lectura es un espacio que permite desarrollarlas, fue la premisa del taller que impartió junto con los promotores de lectura Raúl Quiroz, María Félix Raygoza, Alfonso Orejel y María Paredes.
Un taller lúdico y dinámico, donde la lectura y los libros fueron el eje principal, fue abrazado por los cuatro exponentes, en una actividad coordinada con la Secretaría de las Mujeres, en el auditorio del Palacio de Gobierno.
María Teresa Guerra Ochoa, secretaria de las Mujeres, comentó que el taller pretende sembrar la inquietud, despertar el interés por la lectura en las mujeres sinaloenses y dirigido a fomentar una cultura de paz porque ésta es la principal fuente de información, y puede ayudar a sectores vulnerables de la población a reconocer círculos de violencia y actuar en favor de su libertad.
“Es importante fomentar la lectura y la escritura en las mujeres para que descubran nuevos mundos y ayudarlas así en la construcción de realidades seguras”.
Mendoza, presidente de El Colegio de Sinaloa, destacó la importancia de las mujeres en la sociedad y en la construcción del mundo, debido a que son multifacéticas: juegan el papel de madres, maestras, enfermeras y, sobre todo, de promotoras de la lectura y del conocimiento.
Mencionó que hace tiempo leyó un artículo en el que se afirmaba que las mujeres utilizaban hasta 7 mil palabras al día para comunicarse, mientras que los hombres sólo empleaban cerca de 3 mil.
Desde su perspectiva, la diferencia radica en que la voz orientadora de la familia está en las mujeres.
“Ellas son el corazón rojo de las familias, las orientadoras, las que señalan, educan y prevén lo que está pasando. De ahí la importancia de promover la lectura en el sector femenino, ya que si leen libros, su discurso será más propositivo”.
Raúl Quiroz, coordinador de Salas de Lectura del Instituto Sinaloense de Cultura, destacó la importancia de los mediadores para la promoción de la lectura, ya que estos son un puente entre el libro y otros lectores.
“El mediador es un enlace, es quien recomienda libros, comparte anécdotas y acompaña durante el proceso de lectura con el fin de despertar el interés y formar lectores asiduos”.
Señaló que los padres y madres de familia son mediadores por excelencia, por lo que es fundamental predicar con el ejemplo y hacer de los libros y la lectura un objeto común en casa, “algo natural, como el teléfono y la televisión”.
María Félix Raygoza dijo que la lectura es como un virus que se puede esparcir en la comunidad sinaloense. Lectura impulsa el autoconocimiento, los procesos creativos y el reconocimiento de la realidad y las problemáticas sociales.
“En la lectura podemos no sólo encontrar nuestra propia voz, sino la voz de los otros y, en consecuencia, fomentar la construcción de comunidad de paz, seguridad y crecimiento”.
El escritor y cuentacuentos Alfonso Orejel retomó la lectura en voz alta con su peculiar estilo para narrar libros dirigidos a diferentes edades lectoras.