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Literatura

La escritora Sandra Lorenzano explora en las raíces del miedo en nueva novela

Presentó ´’El día que no fue’ en el Encuentro Literario Inés Arredondo, en el CELIT

”Entre las primeras líneas de lo que sería la nueva novela, y esta página que ahora escribo, el mundo se derrumbó. Agazapada e incrédula miré su caída. Primero intenté descifrar lo que sucedía. Después, el terror me envolvió. Durante meses respiré miedo. Después nació esta historia”...

Con esas frases en la primera página, inicia la escritora méxico-argentina Sandra Lorenzano su más reciente novela “El día que no fue”, obra editada por Alfaguara.

El breve texto fue leído por su autora al hablar de su nueva novela, durante la presentación la noche del martes en el Centro de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura, sede del Encuentro de Literatura Inés Arredondo que se realiza como actividad alterna al Festival Cultural Sinaloa 2023, “In Memoriam Antonio López Sáenz”, que inicia este jueves a las 19:00 horas en Parque Las Riberas, junto al puente bimodal.

Comentó que, al escribirla, lo que le importaba era poner al miedo como el verdadero protagonista, como el eje que une diversas experiencias: las que tienen que ver con la Ciudad de México, con una ruptura amorosa, pero también las experiencias con la violencia en México, sobre todo contra las mujeres, que iba ser el tema central, y luego el miedo a partir de la dictadura argentina” (su propia experiencia por la que vino a México).

Y la historia, agregó, es más o menos así: “Yo quiera hablar del miedo; no quería hacer un texto autobiográfico, pero sí quería jugar con la auto ficción, que es partir de ciertas experiencias propias, pero luego ficcionalizar, a partir de experiencias de otras mujeres y volverlos todos parte de una historia, para lo cual investigué mucho”.

Previamente, la escritora argentina radicada en México, dictó la conferencia “Escritura, cuerpo y memoria”, en la que se refirió al modo en que cierto tipo de literatura se van mezclando y también marca su propia escritura.

“El cuerpo como originen de la experiencia de vida que se transforma en palabra; la escritura como ese modo de vincularnos con nosotras mismas y con los demás, con lo presente y el pasado, y la memoria como un todo que cobija todos estos elementos”.

“Y la escritura pensada como la posibilidad de vincularnos al mundo, pero también de abrazar los cuerpos ausentes; a partir de la experiencia del exilio y a partir de la experiencia de las migraciones, cómo nos enraizamos en la escritura para poder seguir adelante”, dijo en su conferencia.

En la presentación del libro, los comentarios estuvieron a cargo de Mariel Iribe Zenil, quien comento que la lectura del libro da la sensación de estar como en caída libre, -muy vertiginoso; es la historia, pero también es el ritmo, dos cuestiones que se complementan muy bien en una historia que exige precisamente ese ritmo vertiginoso, en la que el miedo es el protagonista.