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"Columna"

"FACTOR HUMANO: Mente y realidad ¿cuál prevalece?"

"Vivimos en dos mundos: el mundo de la realidad y el mundo de la mente."
FACTOR HUMANO
06/02/2021

El problema fundamental del hombre viene de la interpretación que hace de la realidad. De ahí se deriva el éxito, el amor y el sufrimiento.

La trampa de la mente

La mente nos engaña, la alimentamos al pensar compulsivamente. Tenemos el poder de ponerla a nuestro favor tomando más conciencia de nuestro propio Yo, guardando distancia con los pensamientos sin confundirnos con ellos y conectarnos con lo que hacemos concentrándonos en el aquí y ahora.

No solemos estar donde estamos o estamos ajenos a lo que hacemos, raptados por los pensamientos sin ser del todo conscientes, como quien atiende su celular en medio de la reunión, está sin estarlo. Traemos un velo, el de los pensamientos, y desde ellos y con ellos -la mente- vemos lo que suponemos es la realidad, la nuestra y la de los demás.

Traemos un subjetivismo inconsciente y arraigado hasta el tuétano de tal manera que no siempre advertimos si predomina el mundo mental sobre el real y cuándo se mezclan para bien o para mal. Más que conocer tal y como son las cosas en sí mismas las filtramos pensándolas colgándole etiquetas, memorias, emociones, apetencias, sin distinguirlo y eso nos lleva a confundirlas y a confundirnos.

Vaso hiperrealista pintado con agua

 

El subjetivismo

Nos ayuda y perjudica. De la interpretación de la realidad se deriva el problema fundamental del hombre: vivir acorde con la verdad y el amor.

Para ilustrarlo pongamos el clásico ejemplo del vaso con agua en la mesa ¿Está medio lleno o medio vacío?

Cada uno respondería una u otra cosa. Lo real es que en ningún momento el vaso está medio vacío o medio lleno, simplemente tiene una cantidad de agua, con rigor diríamos los centilitros. Esto es lo objetivo y demostrable. Es la realidad tal cual sin juicios de valor.

Lo subjetivo sería opinar que está medio vacío o medio lleno, depende de la perspectiva, desde ahí cualquier postura es cierta. Aquí lo válido es si el juicio lo es. El hecho objetivo del vaso y el juicio son cosas distintas, sin embargo solemos confundir hechos con opiniones muy fácilmente sin advertirlo.

Certeza y verdad

Entonces ¿Cuál es la diferencia entre lo cierto y la verdad? Interesantísima pregunta, saberlo nos ahorra malos entendidos y errores. La certeza es la adecuación del entendimiento con la cosa conocida; cuando lo conocido coincide con la cosa se le llama verdad subjetiva, depende del sujeto. Pero no la agota, es parte de ella, se trata de un conocimiento, aunque cierto expresa los modos infinitos de la verdad; imposible que el océano quepa en la cabeza. La verdad está en el ser, en la naturaleza de cada cosa.

La verdad ontológica, lo que nos rodea, tiene 3 características: 1. Es infinita, hay un sinfín de cosas por conocer. 2. Es anterior a nosotros, América existía antes de descubrirla y 3. Es independiente a que la conozcamos o no.

¿Por qué nos equivocamos?

Por 3 razones básicamente al razonar: 1. Por confundir las cosas con otras. 2 Por reducir el todo a lo conocido y 3. Por el desconcierto al captarlas. Se les llama errores lógicos. La lógica está en la mente, perfecciona el razonamiento y conduce a la verdad. La verdad ontológica está afuera.

Saber esto da claridad y paz. Si las cosas existieran con certeza solo al momento de conocerlas, como afirmó Descartes, existirían solo en la mente y no es así. Nadie se pone en la calle creyendo que esos autos solo existen en la mente. Si todo fuese relativo imposible acordar porque cada uno afirmaría tener la verdad. El Relativismo tan profundamente arraigado ha ocasionado una Torre de Babel distorsionándolo todo y haciendo un caos la promulgación de leyes y derechos.

La racionalidad aunque es parte de la mente, la perfecciona, nos conecta con la verdad.

Cuadro mágico: la tertulia

Amemos la verdad

Respetemos profundamente la realidad aceptando las cosas tal y como suceden sin negarlas o resistirnos.

En el fondo, nos saca de la realidad tres cosas: sumergirnos en los pensamientos, identificarnos con ellos y creerlos reales. ¿Quién está libre de preocupaciones y angustias? Le damos demasiado poder a lo pensado. Enferma. Así caemos en la trampa de la mente creyendo que solo el conocimiento nos libera.

La racionalidad ayuda pero no nos salva: es elevar la conciencia del momento presente, el único real, el pasado y el futuro están en la mente; separemos el Yo real de los pensamientos.

Formemos el hábito de meditar, la disciplina de concentrarnos, conectarnos con lo que hacemos y vivir la experiencia de contemplar algo, la naturaleza nos ayuda. Al bailar lo hacemos. La conexión no se piensa: se experimenta. No necesita palabras. Al estar absortos el espacio y el tiempo desaparecen, salimos de nosotros.

Para, observa y actúa. Sal del frenesí mental, así nos conectamos con el presente.

paulchavz@gmail.com