Explora con ‘Mariposa blanca’, el tema de las madres con desaparecidos

“Me disparaste, me incendiaste e incendiaste el valle. Me volví ceniza, pero aun así seguiré buscando a mi hija porque soy samurái y no me rendiré... ¡Siempre voy a proteger a mi familia!”, así concluyó la obra Mariposa blanca, presentada dentro del Festival de Monólogos, Teatro A Una Sola Voz 2024.

Con la soberbia actuación de Hana Alondra Mina Rojas (del grupo Teatro Lunar, del Estado de México), la obra creada y dirigida por Honorio Israel Ríos Hernández, el público que acudió al teatro Socorro Astol quedó conmovido.

Narra la historia de Hanna, una mujer samurái que busca con desesperación a su hija Hanaky, quien fue secuestrada por un dragón, para lo cual recorre un largo camino en busca del valle de las mariposas blancas donde se encuentran las niñas capturadas por Yamata-no-Orochi, el dragón que se alimenta del sacrificio de mujeres jóvenes.

Al final esa fábula se convierte en una alegoría de las madres con hijos desaparecidos, que son guerreras y aunque están cansadas no se rinden y aunque los mensajes son turbios no se desalientan y aunque están perdidas continúan adelante, y a las que no se pueden engañar con falacias.

Vieja e inútil, está perdida en un bosque de desesperación, en el que siempre todo es lo mismo, pero en el que cada cosa que va encontrando, aunque sea tan nimio como una hoja de árbol o la luz de la luna o un zorro amable, la van conduciendo a ese destino incierto del que ni la muerte la va a apartar.

Unos biombos con el dibujo de un árbol y mariposas blancas por doquier son toda la utilería en escena. Lo demás lo hacen las luces y una buena actuación.

Hay ese laberinto una luna blanca en la forma de una sombrilla, una hoja de árbol que deja su mensaje, un zorro que le dice sin voz que olvide su tristeza, que el tal dragón no es tan terrible, pero la madre recuerda que es una samurái, que es una guerrera, y que su compromiso es proteger siempre a su familia y a su aldea, y recuerda a su hija y dice que ni muerta dejará de buscarla, aun consumida en el incendio con el que el dragón la envuelve.

El montaje fue aplaudido fervientemente al final de la función por un público entusiasmado.

El Festival de Monólogos, Teatro a una sola voz continúa hasta el jueves 4 de julio en nuestra ciudad, bajo los auspicios del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y del ISIC.

Agenda

Martes 2 de julio:

‘Niño del agua’, dramaturgia, dirección y actuación de Manuel Barragán, de Michoacán/Guanajuato.

19:00 horas, en el teatro Socorro Astol.

Entrada libre.