Este jueves, revive Arturo Santamaría la izquierda que no fue en la presentación de su novela en Culiacán
Escrito en clave melancólica, la primera novela de Arturo Santamaría, “Del 68 a los 68, Memoria y Utopía”, es un emocionante recorrido por la lucha de la izquierda mexicana de un grupo de activistas que nacen a la política en los rescoldos de la matanza de estudiantes en la Plaza de Tlatelolco.
Santamaría, el académico por excelencia, el editorialista que ha escrito o apadrinado decenas de libros, siempre en el ámbito académico, se anima, por primera vez, a presentar un trabajo de ficción basado en hechos reales.
Su personaje, repleto de sí mismo, le sirve para presentar algunos de los momentos históricos más importantes de la lucha de los activistas de izquierda en México, Estados Unidos y Centroamérica, partiendo de la euforia provocada por los estudiantes asesinados el 02 de octubre de 1968, en la llamada “noche de Tlatelolco”.
Y para adentrarse en los terrenos de la literatura, Santamaría utiliza, quizá, el recurso más honesto que se puede utilizar cuando uno se adentra en terrenos literarios por primera vez: cuenta una historia que le sucedió, de manera sencilla y sin pretensiones, su lenguaje es claro y su humildad le permite atrapar al lector.
El estudiante flaco, bajito y de carácter pacífico va contando uno de los episodios más traumáticos de la historia moderna de México porque le ha tocado vivirlos, no es un héroe ni un elegido, es simplemente un joven que se encuentra en el lugar indicado.
La suerte lo llevará a conocer de cerca los hechos de la matanza, los asesinatos de activistas, la lucha de trabajadores en Estados Unidos, conocerá a líderes como César Chávez o vivirá de cerca la Revolución en Nicaragua.
Utilizando los recuerdos, sus descalabros amorosos e historias que le han contado, Santamaría nos presenta, ya sea contando sus experiencias o entrevistando a un montón de soñadores utópicos que al final fueron vencidos por el tiempo.
Nacer de una matanza
La matanza de estudiantes ocurrida en 1968 es un parteaguas en la historia moderna de México, fue la culminación de un movimiento con tintes socialistas, comunistas y anarquistas, el fin de una época, pero también el inicio de otra.
Santamaría era un estudiante adolescente cuando la matanza, no estuvo ahí por casualidades del destino, pero muchos de sus amigos sí, y ahí comienza la historia que decide contar en su novela.
“Fue una manera de contar la historia de una generación de muchachos que nacieron a la política en 1968”, cuenta Santamaría.
Él no estuvo en la masacre, pero su personaje sí, y ahí arranca su novela, describiendo las luces de bengala lanzadas desde un helicóptero, como señal para que iniciara la masacre.
El personaje principal sin nombre se funde con la memoria del escritor, los cuerpos caen, sus amigos escapan, otros serán atrapados, desnudados, golpeados, desaparecidos.
Santamaría nos cuenta una matanza que apenas comienza en la Plaza de Tlatelolco y continúa en las sierras de México, en las ciudades; miles de activistas acallados, silenciados por la fuerza, mientras los grandes culpables son premiados con el poder.
“Mucha gente se pregunta cómo era la vida de estos estudiantes marcados por la masacre, qué hacían en sus vidas cotidianas”, asegura.
Y Santamaría cuenta la historia de jóvenes impetuosos, plenos de entusiasmo y sueños prestados de la Revolución Cubana, de la rusa, de los movimientos obreros en Estados Unidos, de la lejana Europa.
Comienza la organización, las asambleas interminables, las discusiones sobre cómo hacer una lucha donde nadie tiene claro qué hacer.
El personaje principal da clases en una escuela para obreros en el Estado de México y es testigo del asesinato del maestro Misael Núñez Acosta, un líder magisterial que podría haber cambiado la historia de la lucha social en México.
La novela se aleja de México y lleva a nuestro personaje a Estados Unidos, donde es recibido por el líder de los trabajadores hispanos en la década de los 70, César Chávez.
La otra lucha
Después de relatar la matanza de estudiantes en México y los ataques realizados por los “halcones” a principios de los 70, el personaje de Santamaría viaja a Estados Unidos a conocer de cerca la lucha obrera en ese país.
“Para empezar la lucha obrera nació en Chicago. Yo me fui a Estados Unidos a conocer la lucha de los campesinos y obreros”.
Aquí la ficción se funde con la realidad, porque Santamaría viajó realmente a Estados Unidos en 1975 y fue recibido por César Chávez, el líder de los trabajadores mexicanos agrícolas en California, quien lo integró en su círculo cercano.
Antes de ser deportado, el personaje de Santamaría se enamora de una estadounidense, un país donde trabajará lavando platos y atestiguando la lucha social de unos trabajadores que le pondrían el ejemplo al mundo.
Pero no funciona de manera permanente en la vida del personaje del autor, los avatares del destino lo llevan de regreso a México y luego a Sinaloa, donde participará directamente con maestros de la UAS en los movimientos de izquierda sinaloense.
El gran vencedor
Con Morena en el poder, uno podría pensar que los movimientos de izquierda triunfaron en México.
“No necesariamente. Hace poco fui a un encuentro de la izquierda en la Ciudad de México y éramos puros viejos. No hay un relevo generacional, la izquierda que se sacrificó, que luchó ya pasó a la historia”.
Con un dejo de melancolía, Santamaría reconoce que al final el tiempo se ha encargado de vencer a los grandes luchadores de izquierda, de ahí el título de la novela, que habla de luchadores de 68 años de edad, totalmente alejados de lo que fueron y de lo que intentaron hacer.
“Mi única esperanza es que este País sea menos conflictivo, menos desigual, pero pensar en una sociedad socialista sin clases sociales, no la veo viable. No sé si ese sueño ya fracasó, creo que lo mejor que hemos podido crear es la socialdemocracia de los países escandinavos, algo que difícilmente podríamos implementar aquí”.
Sin embargo, Santamaría sigue soñando, igual que los personajes de las historias que vivió, los compañeros de lucha que, a pesar de la edad, continúan soñando con un México diferente, hasta el último momento, hasta el último suspiro.
Escuche al autor
La novela de Arturo Santamaría será presentada en el Centro Centenario Sinaloa de las Artes, este jueves 10 de noviembre a las 18:00 horas, y será presentada por María Teresa Guerra Ochoa y Ernestina Yépiz.