Escribo todas mis novelas como si fuera la primera: Élmer Mendoza
A Élmer Mendoza le gusta el acercamiento con sus lectores, no solo a través de sus letras, también de manera presencial: dialogar con ellos, escucharlos y responder a sus preguntas...
Por eso, el escritor culiacanense aprovechó su estancia en Mazatlán, por la Feria del Libro de la UAS, para darse una escapada de dicho evento y reunirse con un grupo de lectores en El Recreo, el centro cultural ubicado en el corazón del Centro Histórico porteño.
Ahí, los lectores, y sobre todo las lectoras, le cuestionaron desde su forma de trabajar, hasta las características de su eterno personaje, “El Zurdo” Mendieta, y por supuesto de cómo su “lenguaje” sinaloense ha trascendido fronteras, no solo nacionales, sino internacionales.
A la pregunta de una lectora sobre cómo la pasión y la creatividad van evolucionando, o incluso decayendo, en el escritor, novela tras novela, Élmer hizo una referencia al actor Robert Redford:
“Robert Redford dice que él filma cada película como si fuera la primera”, expresó, “yo todas las novelas las escribo como si fuera la primera”.
Esa pasión y esa creatividad permanece, dijo, aunque tiene que ver con los hábitos del escritor, pero además, afirmó, “se lo debemos a los lectores”.
Y es que para Élmer, escribir para que los lectores disfruten leer su obra es imprescindible.
“Conozco autores que no les interesan los lectores. Toda su genialidad la aplican como que alguien en un futuro los va a apreciar. Hay escritores que hacen libros que nadie puede leer”, expresó.
“Yo quiero tener lectores. No soy un escritor que escribe solo por el placer de escribir”.
La música, por ejemplo, que acompaña toda su obra, es una de las maneras de acercarse con el lector.
“Tengo que tener instrumentos para que los lectores aprecien mi trabajo”, explicó para señalar que siempre ha tenido claro que la calidad estilística con que tenía que contar sus historias es como puede acercarse al lector.
“Yo tenía que tener elementos entrañables con las personas y una de ellas es la música”.
De su método de creación y cómo lograr ser exitoso en la literatura, da tres consejos para lograrlo: trabajo, trabajo y trabajo.
“Aprendí de los bailarines: practice, practice, practice... de los deportistas, que siempre están entrenando, ¿por qué los novelistas no? Siempre debemos estar leyendo, escribiendo, corrigiendo”, cuenta.
“Llevo un desmayo en la computadora. Llevo un infarto. Ahora tengo que regular mi tiempo en la computadora, porque yo me emociono, pero el hecho de emocionarse tiene que ver con la capacidad de concentración”.
Ahí hace un alto y una clara alusión al hecho de escribir a horas de la madrugada de manera disciplinada en su ciudad natal y de residencia, Culiacán:
“Puede estar el Cártel de Sinaloa balaceándose y yo sigo escribiendo”, dice entre risas y un poco en broma.
“Yo escribo en la madrugada, inicio a las 5 de la mañana, a esas horas escucho balazos, y solo pienso: qué idea de matarse en la madrugada”.
Más de una hora pasa como agua, entre las preguntas de los lectores y la felicidad y facilidad con que Élmer les responde.
De su más reciente obra, Ella entró por la ventana del baño, que precisamente este viernes cierra la FeliUAS con esa presentación, el escritor sinaloense narra cómo en ella incursiona en el erotismo.
Y de sus próximos proyectos lanza un guiño a los mazatlecos: “Tengo un proyecto de escribir una novela que pase completamente en Mazatlán. Voy a ver si lo consigo”.