Es posible sumergir a los niños en la lectura de poesía, dice Juan Ramos

“Toda la literatura se lee, se entiende y se siente”, aseguró el académico Juan Ramos. Y para sumergir a los niños en la lectura, añadió, hay que hacerlo desde los tres o cuatro años, leyéndoles poesía sencilla, muy accesible, con lo que vayan desarrollando su imaginación y su gusto.

Al brindar una plática sobre Poesía y experiencia lectora, en la Sala de Formación Lectora del Instituto Sinaloense de Cultura, el profesor, capacitador, redactor y editor, dijo que la lectura es lo que permite en lo fundamental construir una conciencia.

“Construir un pensamiento bien estructurado, con posibilidades de desarrollarse con base en nuevas lecturas y nuestras experiencias”.

Consideró que hay maneras de acercarse a la poesía y de comprenderla, y pues hay autores que son sencillos y autores que son complejos y la recomendación es que comiencen con autores sencillos, como Jaime Sabines o Nicanor Parra, entre otros, y poco a poco, en la medida que se va conociendo a estos, se pueden ir abordando a los poetas más complejos.

Indicó que el lector, cuando se engrana con la lectura, va encontrando sus afinidades y descubriendo y dominando los trucos o técnicas, pero la clave está en no dejar de leer. Y si se trata de imbuir a los niños en la lectura, la clave está en comenzar a leerles desde muy chiquitos, desde los tres, cuatro años, y buscar una estrategia, leyéndoles lo más accesible y, en la medida que van creciendo, van avanzando hacia lo más complicado sin pensar en que no van a entender.

Toda la literatura se lee, se entiende y se siente, como la obra de García Márquez, que aunque es narrativa, también tiene un ritmo, pero la poesía lleva al extremo ese ritmo y los juegos del lenguaje, y entonces, cuando a los niños se les empieza a leer desde chicos comienzan a desarrollar una mentalidad muy creativa.

Juan Ramos es originario de Culiacán, egresado de la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Autónoma de Sinaloa, y con maestría en Enseñanza de la Lengua y la Literatura, también en la UAS. Fue fundador de la revista Textos, y autor de la plaquette Poemas Inversos (Ed. Goliardos, 1994), y en coautoría Del Silencio a la Piel (Ed. INBA, UAS, FOECA, 2000), que es una crónica sobre el ejercicio de la danza contemporánea en Sinaloa.