|
Feria del Libro

Encuentra Clyo Mendoza en la desgracia la reivindicación del amor, con su libro ‘Furia’

La escritora y poeta oaxaqueña se presenta en el séptimo día de actividades de la FeliUAS 2022

En un paisaje limpio donde la furia y el deseo hallan su camino, se cuenta una historia sobre los hijos –la de sus cuerpos y afectos–, pero también sobre las mujeres que los rodean: madres, amantes, compañeras.

Tras ser galardonada con el Premio Internacional de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz, Clyo Mendoza arribó a la FeliUAS 2022, en su séptimo día de sus actividades, para presentar su novela Furia, una novela de una belleza extraordinaria, donde el lenguaje emprende un viaje alucinante por el erotismo, las transiciones de la conciencia y la posibilidad de que diferentes seres puedan habitar un mismo cuerpo.

Furia es la primera obra literaria con la que la escritora y poeta oaxaqueña debuta en su carrera, lanzada al público en el 2021.

$!Encuentra Clyo Mendoza en la desgracia la reivindicación del amor, con su libro ‘Furia’

Ante un nutrido público que se dio cita en el foro principal del Polideportivo de la UAS, Mendoza agradeció el espacio y el tiempo para hablar sobre su libro, en la que es su primera visita a Mazatlán.

Sobre por qué es importante abordar la violencia a través de los cuerpos que han sido marginalizados, la escritora detalló que en todo lo que escribe siempre la ha obsesionado hablar sobre los personajes liminales.

“Yo viví en la sierra, en Oaxaca, y me di cuenta que la literatura no abarcaba este tipo de personajes, donde además, el desierto se ha vuelto un lugar también muy importante para mí, específicamente el de San Luis Potosí, donde he encontrado personajes que parecen mitológicos, donde muchos de ellos no se perciben como violencia de una marginalidad, pero sí lo es”, detalló.

$!Encuentra Clyo Mendoza en la desgracia la reivindicación del amor, con su libro ‘Furia’

Agregó que Furia tiene personajes que están violentados, por la simple razón de haberlos dejado al margen. Los dos personajes principales llamados Juan y Lázaro, son soldados que decidieron desertar y se ocultan en el desierto para llevar una vida relativamente tranquila, y donde a cada uno de ellos les acosan sus propios fantasmas, sus terrores y su culpa por su homosexualidad, y donde no enfrentan sus errores de una manera más propicia, lo que finalmente acarrea más maldiciones a su linaje.

“Me parece importante enunciar la violencia, pero no, desde un punto de vista de replicar el horror, sino justamente para encontrar en medio de la desventura hay ciertos momentos de profunda luminosidad y poesía, pero más que un género, es un tipo de pensamiento, de cómo en medio de la desgracia todavía hay una reivindicación del amor, de la ternura, y otros aspectos, tal vez no positivos, sino profundamente humanos que han sido rezagados de manera sistemática, por un sistema capitalista, pero mucho más que eso, creo merecen ser rescatadas”.

En su obra, la escritora subraya que su desierto es un lugar mitológico, no un lugar que el lector pueda ubicar, aunque ella hable de su experiencia en el desierto de San Luis, sin ser este del que ella habla en Furia.

“Hay un punto en el libro el cual sí quise resaltar, dar esa sensación de sed, hablar de las carencias de los personajes, de cómo están determinados por sus contextos, pero el desierto también se vuelve un protagonista, es un personaje más porque está vivo, y violenta a aquellos que lo violentan”.

Mendoza compartió con el público que, una de las historias que dio pie a Furia, surge cuando al llegar a su casa, encuentra a un niño que dice era su primo y que fue llevado por sus padres a ver a un psiquiatra, aunque aseguraba que él no estaba loquito, platicando que, después de haber visto a una persona que se había vuelto salvaje, tenía miedo de haber sido poseído y que se convertiría en un salvaje como él, solo por el hecho de haberlo visto a los ojos.

“Mucho tiempo yo sentía que era como un imán para la gente neurodivergente, lo que llamamos los “loquitos” que de pronto se ponían a correr detrás de mí y yo me echaba a correr, me pasaban cosas raras y justo algo que sentía era el no mirarlos a los ojos, porque era como si esa maldición, posesión o enfermedad se pudiera contagiar a través de la mirada, por eso cuando vamos por la calle y nos encontramos con estos personajes, al verlos a la cara sentimos un terror, que no sentimos cuando vemos a una persona digamos sana, esto es un poco de lo que viven mis personajes en el libro”.

Sobre si el nombre de sus personajes tenían algo que ver con lo bíblico, la autora dejó claro a cada uno de ellos buscó darles una universalidad que permee en el libro, por ellos figuras como Lázaro, María, Salvador, más que darles un sentido bíblico, se fijó fuera más poético.

“Dijo es necesario empezar a tratar a las personas neurodivergentes justamente con más respeto, con más cuidado, porque no sabes si son como el Lázaro de la Biblia, un hombre que fue bendito”.

Respecto a qué tan importante fue la figura del soldado en su libro, la escritora detalló que este personaje es todo un arquetipo, y que en sus viajes por vario países, se ha encontrado con militares con quienes ha tenido intercambios desde su humanidad fuera del trabajo, y así saber qué es un soldado, quién es realmente detrás de ese uniforme.

Otro de los temas que aborda la novela es el sexo, y como en este acto los personajes se liberan, se desbloquean, para ser otros cuerpos, otras almas, en quienes no hay miedo, dando a lo sexual una gran magnitud en la obra.

“Despegarte de la parte sexual, de la parte animal de cada quien es un terrible error, y sistemáticamente y sobre todo por educación del judío-cristianismo, también se enseña que debes despegarte de esa parte, así como de la ira, del enojo y no es así, porque es algo perfectamente humano también, los taoístas dicen que los grandes malos del mundo son el déficit del sexo y el amor, esa incapacidad de gozar ambas cosas, por qué somos una sociedad que parece estar tan condenada por ambas cosas, por la falta y por el exceso, por la orientación hacia el amor y el sexo, y esto se debe a que hemos sido educados con mucha culpa”, resaltó la escritora.

$!Encuentra Clyo Mendoza en la desgracia la reivindicación del amor, con su libro ‘Furia’