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Charla

‘El teatro es humanista’: Rodolfo Arriaga Robles

El actor, director teatral y promotor cultural participó en el Conversatorio “50 años de carrera artística”, que se celebró como parte del Segundo Encuentro Regional de Teatro Autonomía y Resistencia, que se celebra en el puerto.

Una breve historia de lo que han sido las artes escénicas en el Noroeste del País, y la influencia que ha tenido a la largo de los últimos años, así como parte de su trayectoria como actor, director teatral y promotor cultural, ofreció Rodolfo Arriaga Robles en el Conversatorio “50 años de carrera artística”.

La charla con el también licenciado en Derecho y la Maestría en Historia en la UAS, formó parte del Segundo Encuentro Regional de Teatro Autonomía y Resistencia, que se celebra en el puerto.

Ahí, ante el público mazatleco, Arriaga Robles destacó la labor hecha por Óscar Liera, quien fue un dramaturgo y director teatral mexicano, considerado uno de los creadores escénicos mexicanos más importantes de la segunda mitad del Siglo 20, y con quien fortuna laboró de manera muy cercana a él.

El dramaturgo contó cómo se dieron los cimientos en el teatro, y recordó cómo inició sus actividades teatrales en 1974.

“En las UAS en aquellos tiempos que entrabamos en octubre y salimos en junio porque había huelgas, y otros contextos, yo inicie en el teatro, cómo en el 74 y me gustó”, recordó.

“Recuerdo que me encontré con un amigo, y me dijo que se estaba montado una obra en una plazuela, y la verdad es que la gente que estaba montando la obra estaba ‘atorada’ con ella, recuerdo que estaban haciendo, La madre, de Bertolt Brecht, éramos unos estudiantes de prepa y nunca habíamos tenido ningún curso de actuación, ni lo básico; siguiendo esta premisa de que no importa la forma, lo que importa es el contenido revolucionario; no sabíamos nada de teatro, y estábamos hechos ‘pelotas’ ahí, y por ahí llegó Raúl Talavera que había estado en la Unión Soviética, ahí más o menos cómo que armó y se fue, y los maestros que existían era Melchor Cabrera, de aquí de Mazatlán, y Fernandito Alba”, quienes consideró fueron precursores de este arte.

La obra señaló que se montó, y que entre escena y escena había musicalizaciones y así dio inicio esta historia que considero tuvo un gran auge en los años 80 y 90.

“Llegaron los 90 y en eso años nos quedamos sin Liera, y la verdad fue un periodo difícil, pero también de mucho aprendizaje, porque en esa época Mario Espinoza, que ha sido de los grandes promotores culturales del país, era jefe del departamento de teatro del IMSS de México, entonces empezó él a promover el programa Nacional de Teatro Escolar, a nivel país; nosotros vimos el programa piloto, ahí en Culiacán, y fue realmente un programa en donde se pusieron las pilas las otras instituciones, los de la SEP, al llevar a los alumnos al teatro, y creo que hicimos alrededor de 130 o 140 funciones en todo el Estado”, recordó.

“Ese programa permitió también una capacitación, con Mario Espinoza se empezó a implementar las plegarias, y para nosotros fue algo muy importante, porque trabajamos con los argentinos que fue un trabajo de alrededor de tres años, y que se complementó con un trabajo que hizo con nosotros José Acosta y que tiene que ver mucho con el asunto del trabajo de la acción física, de la improvisación, para el desarrollo de las escenas y la creación, fue una época muy importante para mí como actor y director”, dijo.

Consideró un gran acierto el haber abierto los teatros del Instituto Mexicano del Seguro Social en aquellos años que le dio apertura a este arte, que a lo largo de los años ha batallado por resurgir.

“Vino la experiencia del teatro del Seguro Social para los teatreros que se llamó Teatro para la comunidad teatral, estuvimos 12 años en uno, ahí estrenamos más de 30 obras, e hicimos miles de espectadores, era realmente un trabajo donde la gente asistía a los teatros y creo que hoy sería diferente por el tipo de espectador que tenemos, de verdad ese es uno de los retos que tenemos hoy, no es el teatro que fue en los 80 o 90, ahora es el teatro que hay que cómo reinventar a partir de las nuevas generaciones que aquí tienen el referente”, dijo.

La característica fundamental del teatro comentó es que es muy humanista.

“Lo fundamental del teatro, y unas de sus características es que se hace en vivo, es que sucede en el momento, es que ahí mismo la gente reacciona, y las funciones son distintas cada vez, y eso es lo que lo hace maravilloso y lo hace el carácter este de humanidad que jamás podrá ser artificial, el alma y su característica es la humanidad, ese es un rasgo esencial”, apuntó.