El poder que cura al cuerpo
¿Quién soy yo?
En realidad somos un ser compuesto de cuerpo y alma, ni somos solo materia ni solo espíritu, el cuerpo es compuesto, tiene partes, por lo tanto se des–compone: enferma y muere. Algo de otra naturaleza lo mantiene funcionando; es una inteligencia distinta a lo corporal y material, se le llama alma donde radica nuestra esencia y racionalidad. Aristóteles la describió en su libro “De anima” en el S. IV a.C. el alma dice anima y da forma al cuerpo, de tal manera que cuando se separa del cuerpo dejamos la existencia humana y el alma prevalece por ser simple al no ser compuesta, su naturaleza es espiritual.
Tener fe y tomar conciencia
Para despertar necesitamos una llamada de atención. El Dr. Joe Dispenza en Estados Unidos tuvo una experiencia que lo despertó, se salvó de morir atropellado en su bicicleta y de quedarse inválido, rompiéndosele 6 vértebras, con un posible implante para restablecerla.
“Somos un campo alrededor del cuerpo usando este cuerpo como un títere, el cuerpo es un instrumento de uno” dice Dispensa, “Sabía que hay una inteligencia que da la vida y hace latir el corazón y respirar, así que decidí ponerme en contacto con esa inteligencia, ella sabe cómo curarme mucho mejor; así que tomé la arriesgada decisión de salirme del hospital, no lo recomiendo a otros, con un solo pensamiento en mente: el poder que creó este cuerpo puede curarlo. Hice un trato conmigo mismo: si lograba volver a caminar me dedicaría a estudiar la conexión mente - cuerpo y la mente sobre la materia, y es lo que hago desde 1986”.
“Cuando empiezas a darte cuenta que eres una conciencia es cuando ella misma comienza a aprender de tu entorno; lo biológico cambia, pero antes la activación y el cambio de tu consciencia modifica ese cambio biológico, la conciencia provoca que los circuitos se conecten”.
“Entonces comencé a reconstruir mi columna mentalmente vértebra por vértebra, luego en cama pensé como sería vivir en silla de ruedas. Durante 6 semanas atravesé una profunda oscuridad en mi alma porque no lograba que mi mente hiciera lo que yo quería, me tomaba casi 3 horas cerrar los ojos y reconstruir cada vértebra”.
Tercamente “comenzaba de nuevo cada vez que me distraía, al cabo de 6 semanas logré realizar el proceso entero sin distraerme, fue como golpear una bola de tenis en el momento justo, algo como un clic, yo hice clic, entonces comencé a notar cambios importantes en mi cuerpo, comencé a recuperar mi motricidad y mi cuerpo empezó a cambiar de golpe, al cabo de 10 semanas estaba caminando, y en 12 volví a caminar bien”.
Cuando meditamos con mucha fe, a profundidad y bien enfocados, se producen efectos notables en el cuerpo, se lo escuché personalmente al Dr. Deepak Chopra en San Diego, él le llama la “Curación Cuántica” y me impresionó.
Eleva tu inmunidad
Resulta que cuando tienes miedo, estás frustrado o estresado, “el sistema inmune disminuye porque siente una emergencia, lo cual hace fluir toda la energía para afrontarlo, entonces no queda energía en tu interior para crecer y reparar lo dañado” dice Dispenza.
De hecho, es una lástima que se nos va la vida consumiendo tanta energía al digerir en vez de gastarla en el cerebro e intelecto, por eso da sueño, no se da abasto. La terapia intensiva es un ayuno provocado con sueros para que el cuerpo acelere su curación. En los ayunos sorprende la vivacidad y la conexión espiritual que empiezas a tener, una vez me sorprendió la energía que fluía en un pino frente a mi tanto que “conversé” con él.
¿Cómo lograr que la gente abra su corazón?
En un corazón inundado de hormonas de estrés y resentido imposible. “Hicimos un experimento con 120 personas de meditar solo 10 minutos 3 veces al día en 4 días; se pusieron a intercambiar sus emociones negativas por positivas: miedo por fe, preocupación por confianza, escasez por agradecimiento, resentimiento por perdón, odio por amor, el afán de control por soltar la frustración, la ansiedad. Impresionante, les empezó a subir la hemoglobina un 50%” dice Dispenza.
Las inmunoglobulinas (anticuerpos) son vitales, circulan en la sangre con muchas funciones equilibrando el sistema inmune, “no necesitas una vacuna para todo, tu estado interior es más importante que el exterior” aunque cuidarte y tomar todas las precauciones posibles es sensato.
“No puedes hacer que tu cerebro haga esto por sí solo, ahora podemos predecirlo y lo más importante sabemos cómo podemos provocarlo”. Se requiere un serio aprendizaje para lograrlo, tema de otra entrega. Tuve la experiencia de caminar sobre carbón encendido descalzo con previo entrenamiento, no lo hagas por tu cuenta.
Medita diariamente te conecta verticalmente y da paz y bienestar. Hazla un hábito en la mañana en ayunas.
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