|
Juan Villoro asegura

‘El humor es el asidero fundamental de García Márquez’

Juan Villoro imparte la tercera sesión del curso De la crónica a la ficción, organizada por la Casa Estudio Cien años de Soledad

Nelly Sánchez

En un mundo tan vacilante, el humor es el asidero fundamental de Gabriel García Márquez, aseguró el escritor Juan Villoro.

“En Colombia hay una tradición que es echar bromas de todas las cosas posibles especialmente de los más graves, y García Márquez se alimenta mucho de esta tradición en los textos costeños”, dijo.

El humor y el incluir la cultura popular y la oralidad es lo que ha caracterizado su obra, señaló en la tercera sesión del curso De la crónica a la ficción, organizado por la Casa Estudio Cien Años de Soledad, desde la que fuera la casa del Nobel colombiano en la Ciudad de México.

A través de plataformas como Facebook y del canal de Youtube, el escritor y periodista mexicano recordó que que hay una aparente oposición entre el novelista que escribió La Hojarasca y el periodista autor de Los textos costeños, que pertenecen a su fecunda y larga labor en los periódicos de Cartagena de Indias y Barranquilla.

“Hay dos tendencias fundamentales en este García Márquez de los primeros años, por un lado el que escribe La Hojarasca, muy influido por Kafka, Hemingway, sus autores tutelares de ese momento, y que aborda un mundo agobiante, lastimado, en donde hay secretos mal guardados, y este mundo opresivo es dramático y hondamente tráfico”, detalló.

“Este tono contrasta con el de García Márquez festivo, humorístico, lleno de ironía de los las columnas que escribe primero en El Universal de Cartagena de Indias y posteriormente en EL Heraldo de Barranquilla, otro tipo de influencias, como la de Mark Twain, Ramón Gómez de la Serna, hay otras lecturas”.

Villoro señaló que parecería que hay dos voces que de alguna manera están en tensión y no se han olvidado del todo.

Y uno de los temas que desafían a cualquier escritor es el manejo de la felicidad. Y aunque el arte tiene como vocación última generar una dosis de felicidad, la paradoja del hecho estético es que los autores entran con dolores, sufrimientos y estos quebrantos se transforman en una forma del placer.

“Ahí está el secreto, la clave del entendimiento literario que conduce a la felicidad, pero generalmente esta proyecta hacia el futuro, es resultado de la experiencia estética, es lo que sentimos al haber leído Romero y Julieta”, ejemplificó.

“La felicidad es resultado de la experiencia estética, la historia trágica de una pareja que se ama y muere, nos une en el dolor y al mismo tiempo nos depara el placer del dolor trascendido a través del arte, de la actuación si es una representación, y las maravillosas palabras de Shakespeare”.

En 1948, dijo, inició su trayectoria como periodista, una época en la que el humor prospera en la cultura popular, pero no necesariamente pasa a la alta literatura.

“Hay un divorcio entre estas dos zonas de la cultura, sin embargo, García Márquez sin ningún complejo, desde el principio empieza a tender puentes entre lo culto y lo popular antes de que esto se ponga de moda”.

Muchas de sus historias, agregó, tienen una voz que parece escuchada, la de los conversadores que están contando historias este tono lo va a perfeccionar en su literatura, va a ser una voz dominante.

“Es un escritor que privilegia el tono conversacional en la narrativa, ese tono oral va a dominar y establece un vínculo con la cultura popular”.

En las aventuras periodísticas del colombiano, recordó una que consideró de las más audaces, que fue la creación del periódico Comprimido.

“Duró seis días y en un acto de justicia el periódico se comprimió tanto que tuvo que desaparecer, no se conservan ejemplares, pero sí la nota de despedida: La última piedra”, dijo y luego la leyó.

“Es una tragedia que se transfigura por obra del humor en una alegría imaginaria, según el texto”.

Abordó la autobiografía Vivir para contarla, donde narra cómo se convirtió en escritor, va desde la infancia a los textos costeños.

Consideró que para entender la importancia de este periodo en Gabo, hay que entender el mundo en el que nace, que fue enviado con sus abuelos y cómo se configura su vida como escritor.

“Se reveló a su padre, dejó sus estudios de derecho y decidió dedicarse a escribir”.

EL CURSO

El curso De la crónica a la ficción es impulsado por la Fundación para las Letras Mexicanas, la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Universidad Veracruzana y se lleva a cabo en vivo, los miércoles a las 18:30 (hora del Pacífico), a través de Facebook y Youtube.