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Columna

Dirección y sensatez

El que tiene muy claro el “qué” y está comprometido de alguna manera descubre los “cómos”
FACTOR HUMANO
03/09/2022 13:59

Dar rumbo

Se gana liderazgo cuando se tiene más claro el rumbo, dirigir es definir un rumbo, pero ¿Cómo medir a un buen líder? Al final lo captarás.

Nada suple a saber a dónde se va, navegamos en el mar de la incertidumbre, tenerlo claro da realismo porque abre la mente a lo insospechado. Quien se abre al misterio se abre a la vida en todo su realismo.

Asimismo los navegantes para llegar a puerto son flexibles, ajustan sus velas o las bajan.

Ante las borrascas la insistencia de certezas puede ser contraproducente a la hora de analizar o puede paralizar la toma decisiones. Afrontar el riesgo serenamente requiere aplomo, condiciones personales distintas a las intelectuales. No se suple por la calidad de información ni los conocimientos.

A continuación una serie consideraciones que creemos pueden ayudar a mejorar el liderazgo y la toma de decisiones. Se trata de ser más sensatos, distinto a saber más.

El buen juicio

Este puede aprenderse, hay personas que se vuelven más sensatas con el tiempo, otros por temperamento son más arrebatados. La experiencia vendría a ser los errores capitalizados que se manifiestan en lo que hay que evitar y en lo hay que poner más cuidado usando más la previsión y la cautela.

El don de consejo

Hay algo que potencializa a los más sensatos: tienen la humildad de abrirse al consejo ajeno, de oír incluso lo que no quieren escuchar. El don del consejo sirve para reforzar la realidad, no al ego.

Casarse con las propias ideas es peligroso. Me decía un gran CEO cuando se abrió al consejo, “me ha servido mucho, me ha quitado las telarañas de la cabeza”, y así empezó a formar una corporación.

El don de consejo es una cualidad que les permite saltarse sus propias trancas e ir más lejos. En cambio vemos gente muy exitosa que rara vez se asesoran, les basta su empuje, visión y experiencia, avanzan mucho sin duda pero no llegan tan lejos.

Los hermanos McDonald’s siendo demasiado talentosos, ricos y creativos al vender su negocio obtuvieron cada uno más de lo que soñaron, pero aun así se quedaron muy cortos, Ray Crock vio mucho más lejos.

Vemos 4 cosas que reducen el error:

1. Claridad de ideas. Nunca la calidad ni la cantidad de la información suplirá a la claridad de ideas, esta es fundamental para dirigir.

2. Estar en lo cierto no significa que tengamos la razón. De la misma manera que un pedazo de pastel no es todo el pastel. Lo conocido y verificado no siempre abarca el todo, además la información es parcial y cambia.

3. La certeza es subjetiva. Es fundamental distinguir entre certeza y verdad, la certeza depende del sujeto, el grado de certeza depende del grado de las verdades, certezas, que una persona capte o entienda verazmente de un asunto.

Está a merced de las condiciones personales y de la perspectiva, esta subjetividad no significa que la certeza no sea verdadera, significa que lo conocido se ha verificado, no hay error en ello.

Esto tiene repercusiones, muchas discusiones se originan justo porque las personas pueden tener diferentes certezas de un mismo asunto, incluso opuestas, entonces ¿Qué queda... la racionalidad de la argumentación?

El peso de los argumentos inclinan la balanza, pueden dividir al grupo o confundirlo. Hay algo más importante ¿Qué es?

4. La claridad de tu visión a futuro. Cuando los asistentes a una junta suponen el “qué”, o no lo tienen muy claro, surgen las dificultades en los “cómos”, estos se abren como un abanico, especialmente en los momentos de la verdad: cuando hay que arriesgar capital propio.

Si el “qué” no es claro ni confesable difícilmente será admitido y querido por los integrantes o será tolerado o negociado, o peor: será impuesto.

Quien se impone se arriesga a que se le caiga su proyecto en su ausencia porque no está cimentado en el convencimiento ni su ejemplo.

Lo que hace auténticos y admirables a los líderes es su congruencia, su justicia e interés por los demás como el amor a su proyecto. Un líder busca que su gente ame su proyecto, de otra manera tendrá que arrearlos y esto sucede todos los días. La gente capta cuando la quieren manipular o cuando alguien quiere sacar ventajas.

5. Ten claro lo que NO quieres. Esto aventaja porque se desecha lo que aleja de la visión y te permite enfocarte mejor, no vaya a ser “corres mucho... pero fuera del camino”.

¿Cómo se mide a un líder realmente? Pregúntate ¿Qué pasa cuando tú No estás ahí? eso te dará la respuesta.

Abrirte al consejo da sensatez, descubre lo que tú no ves. Ser humilde paga.