Desde el feminismo se pueden abordar todas las temáticas en el arte
Un amplio abanico de ideas y de arte se pueden realizar desde la perspectiva feminista, así lo aseguró la artista Mónica Mayer, quien presentó una charla denominada Plática de arte feminista. Tres proyectos personales, en la fanpage del Museo de Arte Mazatlán.
Cecilia Sánchez Duarte, directora del Museo en el puerto, por medio de una conferencia virtual, le dio la bienvenida a la expositora, quien desde Ciudad de México, en su charla virtual, trató de sus proyectos como feminista y como artista, por ejemplo, “El tendedero del acoso”.
“Nuestra charla de hoy es sobre qué es el arte feminista o por lo menos qué es para mí el arte feminista; de entrada, yo diría que es lo que cada una de nosotras defina como arte feminista y lo justifique como tal, es tan variada como los feminismos y hay estrategias tan distintas como personas hay en esta vida”, dijo.
“Pero para mí son, por ejemplo, cuál es la temática que se aborda en el trabajo artístico, aunque no necesariamente todas las temáticas son de mujeres y no necesariamente todas las temáticas sean evidentemente como feministas, creo que desde el feminismo podemos abordar todas las temáticas de la vida y desde la crítica feminista podemos abordar todas las temáticas”, dijo.
Los objetivos artísticos y políticos de las obras de mujeres, aseguró, deben de tener congruencia.
“Para que un trabajo artístico sea revolucionario en lo político, lo tiene que ser en lo artístico también, creo que tiene que haber esta concordancia entre el qué y el cómo se presenta el trabajo”.
“Para mí un arte feminista tiene que cuestionar esta idea de genio en el arte, que es la que nos han vendido por ahí y, casualmente, los genios siempre son hombres, es muy raro que se asuma que una mujer sea genio, casualmente son europeos, son blancos, ahí hay toda una idea de quién puede hacer arte y quién no, y para mí, hacer arte feminista, de entrada, es cuestionar quién está autorizado en nuestra sociedad a ser artística y que nuestro trabajo se vea, se disfrute y se difunda”.
Sin público, aseguró, que el arte no es arte, de ahí la importancia de la distribución de las ideas feministas.
“Me interesa mucho el público, me interesa cómo interactuar con él; el arte natural de mis trabajos es la calle, aunque después mis trabajo terminen en un museo, pero de la misma manera me interesan las redes sociales, la radio, la televisión, en donde se puedan presentar mis obras como ‘El Tendedero’, que es algo como el acoso sexual”.
“Todas esas historias de violencia sexual que suceden en la casa y en la calle fueron expuestas en este ‘El Tendedero’, que mostré en el Museo de Arte Moderno en 1978, ahí llegaban de manera natural y espontánea, las mujeres empezaron a escribir todas esas historias que les chocaban, desde ir en un camión con mucha gente, en donde cualquier imbécil te tocaba; la vida me ha ido enseñando a decirlo y a exponerlo, yo no había dimensionado lo importante de exponerlo, pero hay que hacerlo”, expresó.
Desde ese entonces, la artista ha expuesto diversas muestras de arte, en las cuales se puede escuchar a las mujeres.