Tienes el poder de cambiar tu vida y tu comunidad si son adversos. Tu felicidad y la paz social no dependen sólo de otros, dependen mucho de ti: actúa ya, el país se hunde.
Urge actuar ya
La cuestión que hoy tocamos estimado lector es una y muy urgente ¿Qué estás haciendo proactivamente para que mejore la paz y la prosperidad donde vives o sólo te conformas con estar enterado, comentarlo, indignarte, lanzar diatribas o esperar que el gobierno haga algo que evidentemente no quiere hacer?
En efecto, saberlo no cambia nada, la situación del país empeora en muchos sentidos y está en una dictadura partidista, mucho peor que las anteriores. La realidad es tan urgente que ya no cabe más la pasividad a menos que se quiera sufrir como las madres buscadoras que no les queda otra, no tienen nada que perder, ya perdieron lo que más amaban. Justo ellas nacieron por la pasividad del gobierno. Nos ponen el ejemplo.
Los campos de exterminio encontrados son la punta del iceberg, pero se resisten a ser verdades asimiladas colectivamente y negadas por el gobierno que los hace cómplices e incompetentes al no buscarlos ni impedirlo.
¿Tocar fondo?
Lo sorprendente es que la gente no actúa con la urgencia de un incendio y no exageramos. Hay una resistencia a reaccionar ante tanta calamidad, ante las guerras locales, matanzas y robos de autos citadinos, ante tanto gasto inútil, ante tanta corrupción sin castigar, ante tanto abuso del gobierno federal, estatal y municipal, ante tanta indolencia hacia el dolor ajeno, ante tanto encubrimiento entre quienes gobiernan para protegerse. Y siguen ahí impunes.
La frontera entre narcos y políticos se borró, al menos los malandrines no lo niegan y lo aceptan, los otros por más asesoría que les den en su imagen personal, no impiden que se les note lo que intentan ocultar por mejor vestidos que estén.
Un problema común
El narcotráfico se nutre básicamente del pueblo, también de ex policías, policías en activo, militares, exmilitares y de extranjeros. El pueblo y el gobierno lo permiten, lo cobijan, los copian, sueñan con sus autos de lujo y muchachas operadas con silicón, se sienten invencibles al portar un arma larga, pero pronto serán usados como carne de cañón y desaparecidos donde nadie sabe sumando las estadísticas.
Muchos son forzados otros no aprenden. Es el mismo pueblo que acepta los regalos de los narcos, que acude a los mítines del zócalo, que aplaude sus políticas, que oye sus corridos y permite que sus hijos se les acerquen a los narcos para mejorar su condición social.
Las madres de desaparecidos aumentan: todo el país es una fosa común. Ellas ya tocaron fondo, los que huyeron del país también pero ahora regresan expulsados.
Graves consecuencias
Arrastramos una descomposición social y política muy añeja, el mal gobierno la aceleró por facilitar la delincuencia con nuestra anuencia pasiva o activa. Pero se pondrá peor por las consecuencias y los traumas de las siguientes generaciones en los niños que hoy la sufren.
Un estado fallido
Se espera que un estado de seguridad, certeza jurídica, tenga el monopolio exclusivo del poder y de las armas, controle a su territorio y proteja a sus habitantes, un estado que falla en esto es un estado fallido. Un estado fallido es lo mismo que un estado cómplice. Además se empodera para perpetuarse en el poder sin que nadie se lo impida.
Sigue en este sexenio el Guachicol a gran escala con barcos que atracan desde los EEUU en Tampico sin registrarlo, la marina controla las aduanas, mostrando cientos de pipas esperando y mencionan quien lo maneja (Cfr. Código Magenta). El país que conocimos dejó de ser por si no te habías dado cuenta. Pero unos cuantos siguen manejando casi todo y pretenden heredarlo a un vástago.
¿Justicia desde afuera?
Es probable que Trump se lleve a los narco políticos, pero política y económicamente les conviene a ellos tener evidencias en quienes presiden y de los jerarcas para doblarles las manos. Les son más útiles a sus propósitos que tenerlos encerrados. La información es poder.
¿Quiénes nos salvarán?
Este es el gran problema: esperar que otros lo resuelvan. Las protestas del SNTE que paralizaron la CdMx y el aeropuerto y las madres buscadoras muestran cómo conseguir que el gobierno se mueva y haga lo que no quiere hacer.
Nos gobiernan porros que gracias a eso se encumbraron y obedecen a la lógica de la presión social y al chantaje, no a las mesas de negociación tripartitas, ni a pactos sociales por más bien intencionados que estén. Hay que tenerlo en cuenta.
Pero las grandes presiones económicas y los aranceles les están forzando a la realidad, aunque no quieran, apostarle a un giro en su política de izquierda resultaría temerario, siguen su agenda implacable y menos ahora que tienen el control gubernamental.
Salen las evidencias
En la medida en que el gobierno intenta borrar su complicidad con los narcos en esa medida la evidencian, solo el gobierno puede enfrentarlos, pero ¿Quién es el problema: de los narcos que siempre ha habido o de los políticos que los abrazan?
La verdad no puede ocultarse, siempre sale a flote y está saliendo de la forma menos deseada. Las madres buscadoras han puesto el ejemplo con su valentía, pero nadie quiere aumentar sus filas, a no ser que nos quedemos sin hacer nada. Nadie camina al precipicio.
Sabemos que la presión social los mueve. Amedrentarse no es la solución. Lech Waleza con su sindicato unido en Polonia venció a la URSS.
