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"César Delgado debuta en la ópera de New Orleans"

"El tenor, que formó parte del taller de ópera de Mazatlán con el maetro Enrique Patrón de Rueda, sigue escalando en el mundo lírico"

MAZATLÁN._ El tenor César Delgado es uno de los alumnos egresados del taller de ópera que dirige Enrique Patrón de Rueda y Martha Félix; vivió en Mazatlán alrededor de tres años, desde hace dos años arrancó su carrera profesional y está cantando alrededor del mundo.

Debutó en Mazatlán en el 2012 con el papel protagónico de Rodolfo de la ópera La Bohemia, ha cantado en teatro de Italia, Estados Unidos en la ópera de Mannes de Nueva York, también en la Gran Manzana actuó en el prestigiado New York Opera e Israel, en julio de este año va a interpretar Edgardo de la ópera Lucia de Lammermoor en Regensburg Alemania.

Ha interpretado papeles de las ópera Florencia en el Amazonas, Cosi fan tutte, Gianni Schicchi, Elixir de amor, Viaggio a Reims, El rapto del Serrallo, El barbero de Sevilla, La Fanciulla del west, Romeo y Julieta.

En Mazatlán ha cantado en los montajes de Bohemia. Trovador, Madama Butterfly, Romeo y Julieta y Gianni Schicchi.

En la que es considerada la primera ciudad en donde se montó una ópera del Continente Américano, New Orleans, va a cantar el papel del Duca di Mantova de la ópera Rigoletto.

“Este papel es para cualquier tenor un gran suceso por el reto técnico que significa para un tenor lírico, si lo haces bien te abre las puertas de muchos teatros y de otros papeles. Me siento afortunado de cantar en la ciudad que es considerada el lugar donde nació la Ópera en América. Estoy en una etapa de mi carrera en donde este tipo de acontecimientos puede marcar y definir significativamente el curso que ésta pueda tomar”, compartió.

“Me llena de orgullo ser “Embajador mexicano” por el mundo, y “pata salada” ya que me considero: tapatío por nacimiento y sinaloense por adopción”.

El tenor tapatío llegó a Mazatlán para perfeccionar su técnica en el taller del maestro Enrique Patrón de Rueda.

“Vine a Mazatlán atraído por la fama de las clases del maestro Patrón de Rueda. Muchas veces se dice que en el canto no existe la “varita mágica” sino que todo es un proceso y es cierto, todo es un proceso de constancia, disciplina y tenacidad, pero con el maestro Enrique, a veces pareciera que él sí cuenta con esa ‘varita mágica’, ya que tiene un gran oído para identificar los problemas que tienen los cantantes para trabajar en ello”, compartió.

“La efectividad de sus clases radica en dos cosas: Primero, todos los conocimientos que él ha adquirido, al trabajar con los mejores cantantes de la lírica, de estar involucrado en los procesos desde los comienzos de muchos de los mejores cantantes que este país ha dado al mundo. El maestro tiene un excelente oído, sabe identificar problemas y deficiencias en los cantantes, y a su vez es muy concreto a la hora de pedir correcciones”, dijo.

“Su efectividad también radica en la pasión y generosidad que lo caracterizan, su entrega a sus alumnos es desmesurada, no tiene empacho en poner todos sus conocimientos y transmitirlos a sus alumnos, dicen por ahí que el maestro Enrique hace cantar hasta a las piedras, y algo hay cierto de eso”.