|
Teatro

‘Caneros’, una búsqueda emocional de libertad

Cinco historias entrelazadas entre el arrepentimiento y emociones encontradas integran esta puesta en escena presentada en el Teatro Ángela Peralta, como parte del Festival de Teatro Escena Mazatlán

“Ojalá y así fuera la vida, y empezar de nuevo”, fue una de las frases que expresaron los actores de la obra Caneros, que se presentó en el Teatro Ángela Peralta, y que formó parte del Festival de Teatro Escena Mazatlán 2022.

Esta puesta en escena que fue escrita por el mazatleco Ramón Gómez Polo y montada por la compañía local Iguana Roja, es la que más ha proyectado al puerto a nivel nacional por su calidad dramatúrgica.

Cuenta las historias entrelazadas de Don Gustavo, Daniel, Carlos, Sergio y Roberto, que están en situación penitenciaria y usan el teatro en este centro de readaptación social como una terapia para soportar el encierro.

Ramón Gómez Polo se inspiró en esas experiencias para escribirla, en donde cinco presos acaban de terminar una función de teatro para sus compañeros, uno de ellos no salió a recibir los aplausos, este es el detonante dramático que le permite a la obra desarrollarse.

Cada uno de ellos va revelando los motivos que los llevaron a ese lugar, la reflexión que el tiempo de encierro les ha permitido realizar, la profunda soledad en la que se encuentran y la reivindicación íntima.

Los flash back al pasado están resueltos con eficiencia, creando un doble plano, el del momento actual queda congelado y en penumbra para ser iluminada la materialización del recuerdo que nos revela la vida de cada uno de los personajes, dándole consistencia y fuerza al personaje, logrando tejer verdad y seduciendo con esto a los espectadores.

La escenografía está resuelta de una manera sencilla y estética, una reja, unas sillas y un perchero para colgar la ropa son los elementos con los que se crean las composiciones plásticas equilibradas que completan una trazo escénico que le da fluidez al montaje.

Las actuaciones son un comprometido trabajo interior en el escenario porque convence al público y lo lleva a vivir y sentir como los personajes, al surgir esa fuerza que logra explorar la naturaleza humana de cada uno de ellos.

La obra consigue su efecto en el público porque en ningún momento los personajes se victimizan, se muestra la amargura y el desencanto que se apodera de los personajes, pero sin caer en el melodrama, eso fortalece totalmente la obra, la hace creíble, le da naturalidad, en ningún momento pretende chantajear al público.

El equilibrio de la obra lo consiguen los actores con una adecuada dosis de humor, que en diferentes momentos adereza con fluidez la trama.

Si el objetivo es sensibilizar, que el público tome conciencia de la humanidad que existe en los reclusos, lo logra, por eso un largo aplauso acompañó el cierre del telón, el teatro cumplió su objetivo consiguió crear un espectáculo que emocionó, generó reflexión y empatía.

La historia de Caneros es una búsqueda de la libertad, del saneamiento del alma y mente a través del perdón y el arrepentimiento.

En Caneros participaron los actores Luis Rábago (Don Gustavo) y José Carlos Rodríguez (Daniel), quienes pertenecen a la Compañía Nacional de Teatro.

Los acompañaron los actores locales, José Manzanilla, quien interpretó a Carlos; Josar, quien le dio vida a Sergio; y Alejandro Careaga, quien fue Roberto, de la compañía Iguana Roja.

Los artistas conjugaron su talento y profesionalismo para llevar las emociones al máximo de los ahí presentes con sus intensas interpretaciones, las cuales al final arrancaron los aplausos del respetable.