"'Cada novela es como la primera': Élmer Mendoza"
Cuando publicó Balas de plata, la primer novela en que aparece el Zurdo Mendieta, Élmer Mendoza había dado por concluida la historia. Pero estando en Madrid, Arturo Pérez Reverte y Xavier Velasco le dijeron que había creado un personaje que daría mucho.
"Me regresé con eso en la cabeza, porque pasa una cosa, cuando voy terminando la novela mi cabeza se está llenando de ideas sobre la que sigue y mejor la voy escribiendo, casi siempre dedico 20 días a escribir diario sobre eso. Cuando conversé con ellos paré, y al regreso me puse a a ver qué tenía, era la génesis de La prueba del ácido".
Pero en la segunda novela sufrió bastante para conseguir que el personaje se reactivara, que la novela no se pareciera y se pudiera leer sin leer la anterior. Entonces encontró un truco.
"Lo descubrí en un documental de Robert Redford donde dice que él hace cada película como si fuera la primera y esa es la clave, cada novela yo la escribo como si fuera la primera".
Al presentar Asesinato en el Parque Sinaloa (Random House, 2017), la quinta novela de la saga del Zurdo Mendieta, Mendoza reconoció que cada novela es un reto, pues tiene la experiencia, los personajes, parte de la armazón, pero mentalmente se posiciona y los construye.
"A veces la paso bien y en los momentos de indecisión, que son muchos, es dejar considerar que es una novela como si fuera la primera y la paso mejor".
Reconoció que en el caso del personaje Si ya saben cómo soy para qué me atrapan,le interesó sacar la nostalgia, plantear un perfil de poder desmesurado y que a la vez es un poder frágil.
"Porque es un capo que se dobla ante el abandono del ser amado que es un poco lo que le pasa a Pedro Páramo y esto va a llevarlo poco a poco a recuerdos más o menos definitorios de su personalidad, que en parte empieza a tener un recuerdo de malos momentos, que tienen que ver con la fragilidad de la vida, y son recurrentes y lo hacen entrar a un estado distinto a la gran confianza que tiene en su poder".
Además, de retratar aspectos de Sinaloa, en este caso de Los Mochis, pues la historia se sitúa ahí, mostrar restaurantes, calles, teatros, se interesó mucho por exaltar el valor de la amistad.
Eduardo Antonio Parra comentó que como en las otras novelas, en Asesinato en el Parque Sinaloa el primer crimen al que se avoca la investigación del Zurdo Mendieta es tan solo el detonante o el pórtico que se abre a un universo caótico donde convergen diversas fuerzas y que parece no tener pies ni cabeza.
"Una especie de huracán de violencia que arrastra al investigador en un vértigo interminable que revelación tras revelación nos mostrará el rostro más oscuro de México: el de la corrupción generalizada, de las rivalidades entre corporaciones policiacas y de seguridad, el de las diversas especialidades de la delincuencia, de las traiciones y confabulaciones, el del mundo donde todo pierde valor excepto el dinero".
Este nuevo relato, añadió, interpreta la realidad criminal mexicana más reciente y en ella el autor se muestra como un escritor que sabe cómo renovarse y entregar a sus lectores un producto diferente sin abandonar sus personajes y proyecto.
"Élmer es un conocedor profundo de la gran literatura, crítico de su realidad y su tiempo, dueño de un lenguaje propio y poética particular, un creador de fábulas emocionantes y divertidas que no podemos dejar de leer".
Diego Osorno compartió que esta novela lo mantuvo entretenido, haciéndose preguntas sobre la vida de Sinaloa.
"Vivimos en una democracia de muchas libertades y de manera paradójica esta democracia viene acompañada de una barbarie y hay una larga lista de atrocidades".
EL AUTOR
Élmer Mendoza nació en Culiacán, en 1949.
Es catedrático de literatura en la UAS.
Miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua y de El Colegio de Sinaloa.
Pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte.
Comenzó su carrera literaria en 1978, y en 1999 Un asesino solitario, su primera novela, lo situó como el primer autor en narrar el efecto de la cultura del narcotráfico en el país.
En 2005 fue finalista del Premio Dashiell Hammett y en 2008 ganó el Premio Tusquets Editores de Novela.
Este año, el Gobierno de Sinaloa lo distinguió con el Premio Sinaloa de las Artes.
Élmer Mendoza, acompañado por el periodista Diego Osorno y el escritor Eduardo Antonio Parra.