Aplauden a la OSSLA con suites de Grieg y Shostakovich
Dos bellísimas suites en las que se conjugan los talentos de dos geniales escritores y de dos grandes compositores, presentó la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes en el quinto programa de su Primera Temporada 2024, bajo la dirección del maestro Eduardo García Barrios, que motivó un largo aplauso de pie al finalizar el concierto.
El programa, que se replicará este domingo 11, a las 12:30 horas en el Teatro Pablo de Villavicencio, se integró con las suites Hamlet, de Dimitri Shostakovich, y Peer Gynt, de Eduard Grieg, con la presencia de la soprano y actriz Vanessa Asenjo como solista, quien ilustró cada movimiento con pasajes de los textos en que se basaron las piezas.
García Barrios, quien es director titular de la OSSLA, se refirió con ilustrativas palabras a cada una de las piezas, y comentó que la suite Hamlet se basa en la música incidental que realizó Dimitri Shostakóvich (Rusia 1906-1975), para la película del mismo nombre que realizó en 1964 Grigori Kozintsev, basada en la obra teatral de William Shakespeare.
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En el concierto participó la soprano y actriz Vanessa Asenjo. -
El público aplaudió de pie a los músicos.
De esa suite, la OSSLA interpretó magistralmente los movimientos Introducción, El fantasma, Arribo y escena de los actores, El envenenamiento y El duelo y la muerte de Hamlet, dejando fuera otras que integran la pieza, rica en percusiones y nunca tocada por estos rumbos.
La segunda parte fue la famosa suite Peer Gynt opus 23, del compositor noruego Edvard Grieg, realizada en 1876 como música incidental para una obra de teatro escrita por el dramaturgo noruego Henrik Ibsen, con recitadores, solistas vocales, coro y orquesta.
Para ello, Grieg hizo dos partes, la Suite n.º 1 opus 46 y la No. 2 opus 55, y con escenas o pasajes tan evocativos como La mañana, el Lamento de Ingrid, la hermosa Danza de Anitra, la Danza árabe, la conocida El rey de la montaña, El regreso de Peer Gynt, La muerte de Oze y cerró fuerte con La canción de Solveig, que fue la única cantada por la soprano Vanessa Osenjo y que motivó el larguísimo aplauso con ovaciones y de pie por parte del público. Algo pocas veces visto.
