Una joven escuinapense en un evento histórico con Claudia Sheinbaum
ESCUINAPA._ Ser abanderada de la Escuela Naval de la Secretaria de Marina era para Esperanza Guadalupe Toledo Durán ya era un orgullo, pero participar en un acto histórico como la entrega de constancia a la primera mujer Presidenta del País la llena de satisfacción.
Porque la niña que creció en las calles de Escuinapa, de padre comerciante y madre dedicada al hogar, no pensó que estaría en un momento histórico para el País, aunque desde secundaria, mientras su padre veía un desfile de la Secretaria de Marina pensó en pertenecer a esta institución.
“Llegó el personal de seguridad de la futura Presidenta y nos dicen que nos preparemos porque quiere (la Presidenta) la escolta femenina de la Semar para la entrega de la constancia y soy yo la abanderada, sentí nervios y orgullo”, explica.
La estudiante, aspirante segunda del Servicio de Sanidad Naval, estudiante de cuarto año de Enfermería Naval, estaría en un evento histórico, pero además su orgullo era porque en ese espacio que millones de personas observaron también estaba una joven sinaloense, una joven escuinapense, indica.
“Sentí primero emoción, segundo nervios por ver frente a la futura Presidenta (Claudia Sheimbum Pardo) frente a mí y tercero orgullo por servir a México, representar a mi Estado que casi no hay personal aquí (en la escuela) y a Escuinapa sobre todo”, expresa.
En esa ceremonia estaba la niña de secundaria, que la etapa en que su papá le dijo que en ese desfile de la Semar estaban los más “chingones de México” y entonces ella pensó en estar en ese lugar que admiraba su papá.
“Mi papá me dijo ‘hija ellos son los más chingones de México’ y dije ‘porque no, yo soy chingona y quiero demostrarlo’, así entré para demostrar que podía”, expresa con orgullo.
Formó parte de la escolta de la Semar desde el inicio de la carrera profesional, pero en cuarto año le notificaron que sería la abanderada, el acto fue un evento especial donde pudo invitar a sus papás Jesús Agustín Toledo Gómez y Ramona Duran Rendón.
Estar en la Semar no es fácil, indica, de 5 mil personas que buscan ingresar a su carrera solo pudieron hacerlo 120, de esas a cuarto año han llegado solo 50.
En la escuela solo hay dos sinaloenses más, en otros grados, entre ellas se acompañan, comparten lo que extrañan y se apoyan lo más posible, es tener un pedacito de su tierra con ellas.
Porque estar en la institución, donde te exigen disciplina, cumplir con algunas cosas como medio castrense que son, no todos pueden seguir ese ritmo, hay que dejar a la familia, los gustos que tenías, la gastronomía que se extraña tanto y ganarse las vacaciones cada seis meses, con buenas calificaciones y disciplina.
Ya no se puede pensar en estar en los cumpleaños de la familia o de los propios, pero para ella ha sido importante, se siente orgullosa, se siente feliz y no se arrepiente de todo lo que deja.
Aunque siga extrañando los tacos dorados de camarón, los tamales de camarón barbón, los tacos de carne asada o las “chorreadas”, ya habrá momento para disfrutar cuando viene nuevamente a estar unos días en familia.
La joven de 21 años se siente feliz, ya tiene en su historia, primero llevar a Escuinapa a una institución importante como es la Escuela Naval de la Semar y estar en un acto histórico como la entrega de constancia a una Presidenta electa como es Claudia Sheimbum, vivir el momento con la bandera de México en sus manos, comprometiéndose también a dar todo por su país.
“Gracias a mi familia todo el apoyo que he necesitado me lo han dado, dejar muy alto a Escuinapa, eso me hace sentir orgullo”, puntualizó.