Ritual del Equinoccio de Primavera atrae a cientos de visitantes a Las Labradas
SAN IGNACIO._ En un ambiente envuelto de espiritualidad, tradición y conexión con la naturaleza, cientos de personas se dieron cita este viernes en Las Labradas, para recibir el Equinoccio de la Primavera.
La zona arqueológica perteneciente a San Ignacio, en la que se encuentran petrograbados, una vez más se encargó de recibir a visitantes de distintos puntos de Sinaloa, así como nacionales y extranjeros, para formar parte de este tradicional ritual.
Una mística neblina se instaló a lo largo de las playas de esta zona, lo que le dio un toque de espiritualidad al evento, acompañado de una salada y fría brisa que envolvió a todos los visitantes.
A pesar de que, a diferencia de años anteriores, esta edición no contó con un programa de actividades, la directora de Turismo de San Ignacio, María Barraza Morán, destacó que se contó con una buena afluencia de turistas.
“No pudimos realizar un evento como en otros años, los otros años hemos tenido gran éxito, pero a pesar de que no se le hizo la promoción como en años pasados por la situación actual que estamos pasando, aún así hemos tenido gran afluencia de visitantes”, dijo.
Barraza Morán destacó que a lo largo del día se podría contar con una afluencia de más de 600 personas, lo cual es una buena cantidad de personas que visitan el lugar.
Familias, grupos de amigos y viajeros individuales comenzaron a arribar desde temprana hora a Las Labradas, para formar parte de este ancestral fenómeno, que tiene un profundo significado en distintas culturas.
Los visitantes llegaron vestidos de blanco, uniéndose a los círculos de meditación, de limpieza espiritual, así como también estuvieron aquellos que recorrieron las rocas grabadas con petroglifos, contemplando estos mensajes plasmados por los antiguos habitantes de la región.
Hubo también grupos de personas que se sumaron a la ceremonia de purificación con sahumerios de copal, mientras que otros decidieron adentrarse al mar, convencidos de que el agua les ayudaría a limpiar el cuerpo y el alma.
Sin embargo, más allá de las creencias individuales, todos coincidieron en Las Labradas, que se ha convertido en un sitio que les permite renovarse y respetar las tradiciones ancestrales.
Para la guía espiritual, María Dolores García Palominos, quien se encargó de ejecutar uno de los rituales, este tipo de actividades permiten restaurar las energías de cada una de las personas participantes.
“El ritual significa una liberación del ego y el apego. Lo que nosotros hacemos es activar nuestro linaje divino, nuestra propia luz divina, en esa conciencia celular. Eso hicimos, soltarnos y pedir y reafirmar que somos genética divina”, comentó García Palominos.
“La vaina (del pez espada) significa terminar un ciclo, cortar e iniciar. Las flores (pétalos de rosa) significa rendirnos al amor, que es la fuerza cósmica más poderosa que existe”.
Conforme el día avanzó, el sol brilló con más intensidad, marcando el inicio de una nueva estación, para que entre risas, ritos y los brazos en alto, cientos de personas pudieran contemplar esta nueva etapa, llevándose un pedazo de la magia que Las Labradas tiene para ofrecer.