María de Guadalupe es una madre soltera que busca el sustento de sus hijos elaborando empanadas
EL ROSARIO._ Al quedarse sola con dos hijos, María de Guadalupe Estrada López reconoce que desde hace 9 años todos los días sale a buscar el sustento para ellos con la venta de las empanadas que ella misma elabora.
La emprendedora y madre soltera aseguró que sueña con tener su propia panadería con cafetería que le permita mejorar la calidad de vida para sus pequeños sin tener que migrar, no obstante lamentó que en las dependencias de apoyo a la mujer y de desarrollo económico no ha encontrado respuesta.
Al encontrarse su hijo mayor enfermo al nacer fue que tuvo que redoblar esfuerzos y con la ayuda de la abuela paterna del pequeño fue que inició este oficio.
“Empecé con este negocio porque cuando mi hijo nació tuvo muchos problemas de salud, entonces yo no tenía entradas de dinero”, explicó.
Confesó que sus hijos Jesús Gilberto de 9 años y medio, y María José de 2 años, han sido la fuerza que la impulsan a levantarse todos los días alrededor de las 2 o 3 de la madrugada para preparar las empanadas.
“Más que nada son los que me hacen que me levante cada madrugada para hacer las empanadas para sacarlos adelante”.
Cada día hace de 50 a 60 empanadas, cantidad que aumenta el fin de semana hasta las 100 al ser días de mayor venta con un precio por pieza de 25 pesos.
Al acudir a conocida central de camiones o la zona de “La Chalata”, refiere que para ella las vacaciones son las peores fechas ya que no viajan los estudiantes o maestros.
Sus empanadas son a base de la masa del pan de mujer rellenas de calabaza, cajeta, piña, leche, fresa, queso Filadelfia con jamón que le permiten cubrir gastos que van desde la renta, alimentación o vestimenta para sus hijos.
Difícil labor
Su rutina inicia a las 7:00 horas para llevar a su pequeña a la guardería, mientras que a su hijo mayor, en su periodo de clases, a su escuela, y de inmediato inicia la venta ya sea en la central de conocida línea de camiones o la zona de La Chalata.
El convertirse en madre soltera, reconoció, fue liberador al no tener que estar bajo la presión de nadie, y no contar con el apoyo de esa pareja tanto en lo emocional como en lo económico.
“Ha sido muy difícil, al principio muy difícil porque no estaba acostumbrada a trabajar todos los días, yo trabajaba tres días a la semana, máximo cuatro y ahora tengo que trabajar todos los días”, dijo sobre ser padre y madre.
Otras de las satisfacciones que le ha dado este oficio es que pudo estudiar la carrera de Gastronomía en la Universidad Tecnológica de Escuinapa. Aunque no han faltado las dificultades para titularse, pues además de nacer su hija, se sumó el servicio social y la pandemia del Covid.
Sueña con tener su panadería
Sobre su sueños, evidenciando ilusión, dijo “tener una panadería con cafetería, ese es mi sueño para no irme a otro lado a trabajar y dejar a mis hijos solos, yo quiero tener un negocio propio”.
Lamentó que a pesar de que ha buscado apoyo para concretar este proyecto no ha corrido con buena suerte.
“No he tenido buena suerte con eso porque o me lo niegan o ya no están abiertas las inscripciones, o te piden dinero para hacerte el trámite y no son ni 500 pesos, ahí son dos mil, tres mil o cuatro mil pesos”.
La jefa de familia expuso que ha preferido en lugar de gastar ese dinero en trámites, mejor invertirlo en la producción de sus empanadas.
Otro oficio del que también se ha apoyado es la elaboración de piñatas de estrella para diciembre, pero que inicia a elaborar desde noviembre.
Si usted amable lector desea apoyar consumiendo las empanadas o de alguna forma a María de Guadalupe se puede poner en contacto al número +52 325 111 1160.