Los tamales de camarón barbón le han dado a Marichu las más grandes bendiciones
ESCUINAPA._ A María de Jesús Palomares Gárate la elaboración de tamales no solo la llevó a ser un apoyo para que sus hijos fueran universitarios y profesionistas, sino a conocer una parte del país que no imaginó.
Mientras elabora los famosos tamales de camarón barbón relata como alguna vez pensó en que trabajaría en la Marina Armada de México, misma de la que ya se hubiera jubilado si hubiera vencido sus miedos, reconoce.
Sin embargo, encontró algo que la llevó a realizar sus sueños a través de sus hijos Alejandra, Yomira y Óscar, la elaboración de tamales, a los que les tomó el gusto de trabajar, de saborear y de pensar que lo disfrutaran las personas que lo consuman.
“Me engrandece cuando dicen ‘tamalera’, porque es un trabajo que hago con gusto, no me ofende, me enaltece, he tenido tantos beneficios, el principal es que mandé a la Universidad a mis hijos, me ha dado tantas satisfacciones que amo lo que hago”, dice.
La elaboración de tamales, de los guisos que se meterán entre la masa, ya es algo que forma parte de su día a día, de lo que le hace sentir con la satisfacción de un trabajo digno.
Es algo que inició observando, indica, ayudando a su suegra Alejandrina, madrugaba a apoyar en lavar los trastes, en acomodar las cosas y miraba como se iban elaborando los tamales.
Hace 22 años, después de tener a su último hijo, decidió que quería tener algo para apoyar en lo económico a su esposo y mientras ofrecía tamales en la calle a conocidos y a amigos, un día un percance de su hijo la hizo regresar a casa, indica.
“Ya no podía salir porque pensaba que al niño le podía ocurrir algo más, entonces empecé a dar mi número por si querían me mandaran a hacer y desde entonces trabajo desde casa, me empezaron a pedir y a pedir, empecé haciendo 100 tamales por día y lo máximo que he hecho para un pedido son 3 mil 600”, señala.
Sus tamales adquirieron fama y son elaborados con lo que es lo tradicional, tamal de camarón barbón, tamales de picadillo, también hace de carne deshebrada, de pollo, de costilla de puerco, de camarón pelón y los de pizza que pueden ser de picadillo o carne.
“Los tamales de pizza es algo que yo propuse para vender, una vez me dijeron que porque no hacía tamales de frijol, probé y le puse queso asadero, sabían ricos, entonces pensé ‘si estos están buenos, con picadillo o carne sabrán mejor’ y sí saben ricos y es algo que también ofrezco”, expresó.
Marichu como es llamada, tiene clientes de diversos lugares del estado y del país, algunos escuinapenses se los llevan de regalo a sus amigos de fuera del municipio o a familiares, eso le ha permitido tener una importante clientela.
Eso que no quiere señalar como fama, la llevó a que fuera propuesta para viajar a Xcaret y diera a conocer este tamal típico del municipio, llevar el sabor de Escuinapa para darlo a conocer a mexicanos y extranjeros.
Elaboró tamales que fueron probados por tres chefs y estos decidieron que acudiera a la expo gastronómica en ese destino turístico, a vivir la experiencia con gastos pagados y con la posibilidad de conocer a otras personas que como ella se enorgullecen de ofrecer el sabor de su tierra.
Para este día de la Candelaria los tamales de Marichu estarán en decenas de hogares y ella esperan que las familias lo disfruten al máximo, pues en ellos están la historia de una mujer escuinapense que se siente orgullosa de su trabajo.