La falta de agua dulce genera mortandad en El Caimanero y ‘truena’ temporada de pesca
EL ROSARIO._ Al registrarse la mortandad de organismos en El Caimanero, principalmente de pescados y camarones, producto de la falta de agua dulce lo que genera altos índices de salinidad, afirman pescadores que de nada sirvió extender la veda un mes y tuvieron que “soltar”.
El levantamiento de la veda se tenía programado para el 25 de septiembre, pero el sector pidió se extendiera un mes más ya que no se contó con talla, ni volumen.
“A ver si nos llovía porque el río Baluarte nos lo tienen presado, no nos llega a la marisma y fue contraproducente, subió la salinidad porque no llovió y se nos murió todo el pescado y el camarón”, aseguró Donaciano Gavilánez Pérez, presidente de la Cooperativa Álvaro Obregón.
“Es un desastre natural al cien por ciento. Ya van dos años por la misma causa, pero ahora fue mayor el problema”.
Sobre los daños, argumentó: “es incalculable pues es toda la marisma, pero yo calculo que se murieron, fácil, fácil, mínimo 50 toneladas de pescado. De camarón todo se murió, lo que había se murió todo”.
Informó que este fenómeno se viene presentando desde hace una semana al incrementarse los niveles de salinidad, impidiendo que haya vida en la laguna.
Refirió que el problema de fondo es que se les dejó fuera de los beneficios de la presa Santa María y al cerrarse el río no corrió, así como también que no ha habido lluvias como en otras temporadas.
“En vista de eso está presado el río Baluarte y no nos llueve, y ese es el problema. Ahorita lo urgente, lo urgente, es que nos den servicio de agua de la presa para que se mantenga el oxígeno y la salinidad baja en la laguna de El Caimanero”.
El líder pesquero señaló que tan sólo El Caimanero se compone de entre 15 a 16 mil hectáreas, y unido a El Huizache serían en total 20 mil hectáreas.
Ante este panorama, indicó, que no ingresarán a las marismas como cooperativa al no ser costeable tan sólo por los gastos de operación.
“Van a entrar los pescadores para consumo familiar para ver qué nos quedó, pero las cooperativas no van a trabajar como se hace siempre”.
Al morir también el pescado y la jaiba, refirió que el sector y las familias que dependen de la laguna se quedan sin ningún modo de buscar un ingreso para sus hogares.
Esta problemática afecta directamente a poco más de 5 mil pescadores organizados en diferentes cooperativas e indirectamente a comunidades como La Pedregoza, Cajón Ojo de Agua, Agua Verde y comunidades del valle.
