José Armando, con amor y gratitud, acude a limpiar la tumba de sus padres al panteón en Rosario
ELROSARIO._ Con cuidado, José Armando Ponce Figuero talla la tumba de sus padres con agua y una escoba, gesto que califica que es una forma de pagar todo lo que recibió de ellos.
“Fueron mis padres, son los que me dieron la vida y estoy agradecido con ellos, realmente año tras año no olvido venir aquí”, expuso.
Aunque vive ahora en el puerto de Mazatlán, asegura que cada año llega a la ciudad dos días antes para que la tumba de sus progenitores esté en condiciones de recibir a la familia.
“Lo hago de corazón porque ellos fueron unos grandes padres para nosotros, para mi y mi familia, nos inculcaron buenos valores y todo, y la verdad estoy agradecido con ellos”.
Detalló que el primero en partir fue su padre Severo Ponce Cortez, el 4 de junio de 1997, por lo que son ya 27 años de su partida; en cambio, su mamá Rosa María Figuero Hernández cumplirá tres años de haber partido de su lado.
“Todos los años asistimos aquí al panteón San Juan con mis padres a limpiarles y estar con ellos y en familia”, dijo.
Refirió que al trabajar sus hermanos, siempre acude él a limpiar, pero no le pesa, ya que lo hace con gusto y amor a sus padres.
Manifestó que al ser cumpleaños del que fuera el jefe de familia, su padre, el 1 de noviembre, acuden ambos días para acompañarlo e incluso uno de sus hermanos le lleva la banda.