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Devoción

Felícitas, en su lucha contra el cáncer, ofrenda su gratitud con Mañanitas a la Virgen del Carmen

Para agradecer todos los favores que la virgen le ha hecho durante su enfermedad, Felícitas Rendón, en compañía del grupo norteño 4.G, dan serenata a la madre de Dios

EL ROSARIO._ Tras recibir la noticia de que el cáncer de mama no hizo metástasis y su tratamiento avanza con bien, Felícitas Rendón Vizcarra ofreció Las Mañanitas a la Virgen del Carmen en su solemnidad como acción de gracias.

Con la misma fe que recibió el diagnóstico, acudió junto al grupo norteño 4.G al templo ubicado en la colonia Bonifacio Rojas, en punto de las 6:00 horas, y a lo largo de una hora entonaron cantos marianos, además de canciones que evocan la maternidad de María.

Felícitas indicó que fue hace tres años, en marzo, cuando recibió el diagnóstico, y a los pocos días sufrió la intervención quirúrgica para en septiembre iniciar el tratamiento de radioterapia.

En abril recibió el diagnóstico de que no había metástasis tras sufrir la más reciente operación, pero quedan 2 años de 5 que requiere el tratamiento.

“Me ha hecho muchos favores, y tengo tres meses de operada, yo le pedí a Dios con toda mi alma y a ella que saliera bien y que le traía Las Mañanitas aunque sea una hora”, manifestó.

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Argumentó sentirse satisfecha de poder cumplir su promesa, aunque sostiene que le gustaría tener más para poder ofrecer más a Dios y a la virgen.

Sobre el diagnóstico, expresó: “Yo la sentí bien (enfermedad), antes le di gracias a Dios, pero que yo la sufriera con paciencia. Porque mucha gente reniega de su enfermedad y yo no, le dije ‘que se haga tu voluntad’”.

Aunque señala que la fe la aprendió de sus padres, la devoción a esta advocación mariana del Carmen se dio al ver a la fundadora de la capilla, Jesús López, hace más de 20 años.

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La enfermera jubilada del Centro de Salud, tras mantenerse 44 años al servicio del Sector Salud, dedicó a practicar su fe en la atención a los pacientes durante ese tiempo.

Por su parte, su hija Karina Janeth Cortez explicó que siempre fue muy edificante la forma en que recibió su diagnóstico, así como el vivir el proceso.

“Muy tranquila, siempre se encomendó a Dios y nunca se soltó de su mano. Con el rosario en la mano siempre, siempre y aquí estamos gloria a Dios”.