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106 años de municipalización

Escuinapa cumple 106 años como municipio, y su gente lo celebra a diario con sus sabores, sus tradiciones y sus paisajes de ensueño

Es un pueblo donde los hilos de las atarrayas y las jabas con camarón en abundancia cargados en estas bicicletas, definen en gran parte su historia y su principal actividad económica

ESCUINAPA._ Si hay algo que identifique a los escuinapenses es su gastronomía a base de camarón, sus ricas variedades de mango, el tejuino, la Fiesta del Mar de Las Cabras y, desde luego, la bicicleta.

Su vehículo les da esa identidad, para el trabajo, para la escuela, para el mandado, y porqué no, hasta para las conquistas amorosas, pues en bicicletas los novios se “robaban” o se “roban” a las novias para iniciar su propia vida en pareja.

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Es un pueblo donde los hilos de las atarrayas y las jabas con camarón en abundancia cargados en estas bicicletas, definen en gran parte su historia y su principal actividad económica.

Las salinas le dan un paisaje único mientras se transita entre esteros.

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El sabor dulce lo pone el mango en sus diferentes variadades.

Así, Escuinapa llega a 106 años de vida autónoma, donde cada historia se entrelaza.

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El barrio de la “mecha ardiendo”, en la Calle Mariano Rivas, es un referente de la “comunicación vecinal”. Otros lo llaman “mitote”.

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El corrido “El escuinapense”, compuesto por el concordense Faustino López Osuna, hace latir el corazón de aquellos que por diversas situaciones han tenido que emigrar a otras ciudades o países.

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Es esta la tierra de los revolucionarios Francisco Pérez, Jesús Durán “El Gallo”, de un creador de historias como Dámaso Murúa, que tuvo en Florencio Villa “El Güilo Mentiras”, su mejor protagonista.

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Es la tierra del ingeniero Roberto “Kenny” Espinoza, que participó en el desarrollo y la creación de la televisión a color.

Dl niño que conoció el mar y se convirtió en el Almirante Eduardo Redondo Arámburo, es la tierra que presumió siempre el doctor Ernesto Rivera Guzmán como los mejores paisajes y naturaleza.

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Es el municipio del que se enamoró el médico de Guanajuato Jorge Alberto Macías Gutiérrez, quien decidió investigar su historia para dejarla plasmada en decenas de libros.

Es el lugar al que el poblano Héctor Peralta Requena decidió darle un plus a una actividad frutícola como el mango, mejorando sus variedades, dándolas a conocer a nivel nacional e internacional.

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Es uno de los 11 municipios creados en 1915 para separarlo de Rosario, del que dependía.

La cuna de buscadores de talentos beisboleros como Juan José Hernández, la tierra que presume haber tenido un “astronauta” en el afamado personaje Francisco Castro González “Kalimán”.

Es la tierra de don Rodo García, “El Viejito”, el nacido en La Concha, pero que encontró en el amor de doña Martina Camacho un motivo para quedarse en Escuinapa, no sin antes experimentar aventuras en Oxnard, California, a donde llegó como uno de los primeros “braceros” mexicanos en los años 50.

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Es la tierra de gente que suele ser desenfadada al tener un trabajo en las áreas productivas para las que usa siempre la bicicleta como medio principal de transporte, por eso el mote de “pueblo bicicletero”, y que más que ofensa, es un orgullo.

En sus calles están aún las historias de los carnavales y bailes de Remigia, de la cadencia en bailar de María de la Paz “Pacita Lomi” Castro, de la fiesta que reúne a cientos de personas a vivir cerca del mar cuatro días de mayo: Las Fiestas del Mar de Las Cabras.

Es uno de los municipios sinaloenses donde la alternancia se dio primero, junto con Mazatlán, donde pobladores se atrevieron a enfrentarse a gobernadores cuando imponían o sacaban a presidentes municipales por su voluntad.

Es la tierra que por la abundancia de camarón, desde que nació como municipio, basó su gastronomía en el crustáceo y la compartió con el resto del mundo: tamales de camarón, tacos dorados de camarón, paté de camarón, ceviche de camarón, tixtihuitl, entre otros guisos exquisitos.