Don José Luis da continuidad a la elaboración artesanal del ladrillo en Rosario
EL ROSARIO._ De los 75 años que tiene José Luis Angulo Peinado afirma que son alrededor de 35 los que ha dedicado a la elaboración de ladrillos o adobes de manera artesanal en el municipio y así darle continuidad al legado de su suegro Juan Toledo.
En un predio a varios metros de la carretera a Aguaverde, y paralelamente de la pista de cobro, se encuentra la ladrillera donde se desarrolla esta actividad.
“Pues empecé por mi suegro, le pedí un pedazo prestado allá abajo en la carretera para hacer mi casa, dos cuartitos, y de ahí me gustó el oficio”, recordó.
Añadió que fue con la liquidación del trabajo en la construcción de canales que decidió invertirlo en material para construir su casa, por lo que pidió a su suegro que le dejara barato 2 mil ladrillos o que le enseñara a elaborarlos para construir dos cuartos
De aquella enseñanza su mayor satisfacción fue construir el hogar para la familia que formó junto a su esposa Concepción, con un total de 16 mil ladrillos elaborados por él.
Además, precisó, que este trabajo le permitió sacar adelante a sus hijos Marcelo, Sonia, Rocío, y brindarles hasta donde quisieron estudiar.
En lo que corresponde a las ganas de salir adelante, señaló, que lo aprendió de su padre Alfredo Angulo, quien desde las 4:00 horas se levantaba para laborar.
Antes de este oficio realizó otros trabajos entre los que enlistó la construcción de canales en los sistemas estuarinos, un cine ambulante, atender un botanero en Nayarit, no obstante confesó que al encontrarse con la ladrillera terminó lo que parecía una búsqueda inconsciente.
Sobre su jornada, manifestó que inicia a las 5:00 de la mañana, hora a la que llega de la cabecera para alistar el lodo y con la ayuda de un mozo elabora alrededor de 450 piezas al día.
José Luis afirmó que le gusta elaborar el lodo para que cuente con la calidad que desea y de esta manera evitar que las piezas truenen.
“Es que ahorita la gente, oiga, si usted tiene un trabajador, si lo pone hacer lodo, nomás le dan una bajada y una batida y a correr, entonces cuando queman el ladrillo truena; y haciendo el lodo a mi gusto ningún ladrillo se quiebra”, compartió.
Detalló que para elaborar el lodo se tiene que dejar un día de reposar para que se pueda manipular, y al quemar el ladrillo se tiene que dejar al fuego entre 17 a 18 horas, tiempo en el cual se tienen que estar moviendo las brasas con orquetas o atizadores.
Con relación al precio del ladrillo, indicó, es de cinco pesos la pieza, acotando que antes era mucho más barato pues ejemplifica que antes con un ladrillo se compraba un pan y en la actualidad se requiere de dos ladrillos para una pieza de pan.
Confesó que pese a la insistencia de sus hijos a que descanse y deje este trabajo, sigue para que no se pierda esta actividad; además de que un amigo doctor le aseguró que el trabajo lo mantenía saludable, y reconoció que cuando descansa surgen los malestares y cuando está en la ladrillera nada le duele.