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Despedida

Despiden a Adela y Álvaro, los amigos que se fueron juntos hasta el cielo

Familiares y amigos acompañaron a los dos jóvenes que murieron en un percance en la calle Avenida la Juventud y Francisco I. Madero, cuando presuntamente chocaron con un camión cuando este se paso el alto en la zona

ESCUINAPA._ En el corazón de la colonia 10 de mayo el silencio se interrumpe de pronto por los sollozos o el llanto de familiares y amigos de Adela y Álvaro, dos amigos que crecieron juntos y perdieron la vida el lunes por la noche.

En dos hogares de la colonia y solo separados por una calle se tienen los cuerpos de los dos jóvenes, mientras que Emiliano de 2 años ha salido del Hospital, solo con el rastro de dos rasguños en su cuerpo, pues su mamá al parecer lo protegio hasta el final abrazándolo, cuando el carro paso encima de ellos.

Adela Esmeralda Moreno y Álvaro Prado como casi toda la “palomilla” de 30 amigos que se llevan juntos desde niños, se prepararon la tarde del lunes para irse a ver al equipo de sus amores La 10 de mayo, pues es una colonia que se distingue por su gusto por el futbol.

La 10 de mayo iba contra la Unidad FC, los amigos se pusieron de acuerdo para irse, pero en la noche después de un calor intenso, la lluvia empezó y aunque ya estaban en el campo, el juego fue suspendido.

“Siempre me iba yo con él(con Álvaro) pero iba mi novio, así que ella se vino con él y el niño, somos una bolita como de 30 amigos que nos llevamos, yo venía atrás de ellos cuando vi como paso todo”, expresa Yuleisi, hermana de Adela.

No pudo hacer nada, el niño fue llevado por los cuerpos de emergencia a recibir atención médica, su hermana y Álvaro habían fallecido, indica, sus amigos de siempre perdieron la vida.

Con la partida de Adela, se fue una joven madre de familia, que temía siempre perecer en un accidente, que tenía sueños por cumplir como terminar la preparatoria y ver entrar al kínder a su hijo Eric David, de 4 años, así como ver crecer a Emiliano de 2, a quien protegió de tal manera que no le paso nada.

“Mi hermana era muy divertida, le gustaba mucho la fiesta, le gustaba trabajar por sus niños, tenía 22 años, para todos lados andábamos juntas, como era el juego del 10 de mayo pues nos fuimos toda la bola, ella era más cercana a Álvaro por la edad, se llevaban un poco mejor”, dice.

Ya iban de regreso a la colonia 10 de mayo cuando el percance se suscito y tuvieron que esperar hasta el día de hoy para llevarlos de nuevo a casa, aunque esta vez separados, cada uno con su familia, indica.

ERA LA ALEGRÍA DEL HOGAR: ÁLVARO PRADO

Para don Álvaro Prado el sueño no volvió a sus ojos cuando le dieron la noticia del fallecimiento de su hijo pequeño quien también llevaba su nombre.

El menor de sus 5 hijos llegó cuando su hija más pequeña tenía 8 o 9 años, entonces tuvieron todos el bebé que deseaban, tanto que se convirtió en la alegría de la casa, indica.

“Lo disfrutamos 21 años, era la alegría de la casa... estaba por iniciar la Universidad, era alegre, amiguero, no porque sea mi hijo pero se llevaba bien con todos, era aventado para todos, de esos que le gusta trabajar”, dice y no puede evitar quebrantar su voz, mientras se limpia con el puño sus ojos.

Álvaro solo tuvo un dolor este año, que fue perder a su amigo Luis, un joven paramédico de Cruz Roja, parte de la ‘palomilla de la 10 de mayo’, el tema lo hablaba con su papá, le manifestaba que le causaba gran tristeza.

A veces iba al panteón a acompañarlo, junto con otros amigos, él lo escuchaba, hoy no esta y no sabe como avanzar con el dolor de esta perdida, pues antes tuvo que ver partir a amigos, hermanos, compadres, pero no estaba preparado para decirle adiós a su hijo, indica.

“Ayer en la tarde (lunes) me ayudo a subir unas cubetas de arena, me dijo ‘de una vez apa’ porque se iban al juego, quien iba a pensar que el destino me lo iba a quitar, era buen hijo, cariñoso, siempre se despedía de abrazo, de beso, decía te amo, diario era lo mismo, ya esta con Dios”, expresa.

No puede creer aún lo ocurrido, estaba dormido cuando llegó la noticia, como despedirse del hijo que no temía mostrar sus sentimientos, sus apegos, el amor que les tenía, el darles abrazos todos los días, el decirles te amo y prometerles cuando se iba al trabajo que iba a cuidarse y volver.

“El destino me lo quitó, ni modo que Dios lo tenga en el cielo, Dios nos lo concedió, lo disfrutamos, se le llegó el día”, señala.

Dentro de casa, tanto en la de Adela como en la de Álvaro, dos jóvenes sonrientes, guapos, ella maquillada como siempre, él posando feliz, están en sus ataúdes, es como se les recordará, aunque al equipo de la ‘10’ siempre le harán falta.

Adela y Álvaro murieron en un percance en la calle Avenida la Juventud y Francisco I. Madero, cuando presuntamente chocaron con un camión cuando este se paso el alto en la zona, con ellos viajaba Emiliano de 2 años, quien solo tuvo raspones, el conductor continuaba detenido para el deslinde de responsabilidades.

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