‘Allá arriba ya no se puede vivir’, dicen desplazados por la violencia en la sierra de Sinaloa
Aunque las 50 viviendas que ya les entregaron a igual número de familias en el Fraccionamiento CVive aún no cuentan con los servicios básicos de agua, luz y drenaje, las personas beneficiadas agradecieron ese apoyo pues dijeron que ya no se puede vivir en las comunidades de donde salieron en los últimos años desplazadas por la violencia.
”Aquí gracias a Dios con errores como dice uno, pero gracias a Dios ya tenemos nuestra casa”, dijo la señora Evangelina “N”, quien salió desplazada por la violencia junto con su familia en el 2015 del poblado de La Guayanera, en la zona serrana del municipio de Concordia y ya desea quedarse a vivir en Mazatlán.
”Allá arriba ya no se puede vivir y pues ya hemos batallado bastante para que nos dieran esta casita y ahí la vamos habilitando como vamos pudiendo porque pues recursos no hay”.
Precisó que ya no se puede vivir en La Guayanera porque a veces se recrudece la violencia y a veces baja y ya no desea regresar y empezar de cero otra vez.
”Perdimos tierra, casa, trabajo, aquí trabaja él (su esposo) en lo que le llaman, hay que sacar para malcomer, tengo una niña que va en la Secundaria, aquí se me hace más bien (para que su hija estudie), pues allá hay poco recurso igual que aquí, de hecho aquí quiero ver haber si puedo tramitarle una beca mi hija para ver si nos podemos ayudar con eso pues ya va entrar a Secundaria y el año pasado estuvo por línea, pero ahora ya parece (que serán clases presenciales) se vienen más gastos y a ver cómo nos va”, continuó.
”Yo les agradezco mucho (el apoyo de su casa) y a los señores que nos han estado ayudando porque gracias a ellos tenemos lo que tenemos hasta ahorita, es cierto, somos bastantes familias y son 50 viviendas que gracias a Dios de esas me tocó una a mí”, subrayó.
Recordó que antes de cambiarse al Fraccionamiento CVive, ubicado al noreste de la ciudad de Mazatlán, vivía en una invasión donde la situación era más difícil y aunque actualmente en las nuevas casas se vive sin agua y sin luz ya hay un techo.
”Porque antes vivíamos en una casita de hule cuando llegamos aquí, no conocíamos a nadie”.
Por su parte la señora María “N”. también recordó que por problemas de la violencia se vino hace 5 años del poblado de La Guayanera, en Concordia.
”Nos vinimos de allá batallándole, sin nada, porque todo quedó allá, por qué mi Dios si no hicimos nada, nos corrió la gente armada y todavía de pilón me mataron a mi sobrino y como le digo no hicimos nada, nos vinimos a batallar, ahorita gracias a Dios nos dieron esta casa”, dijo la señora María “N”., sin poder contener el llanto al recordar los momentos en que fue desplazada junto con su familia.
”...Como quien dice llegamos debajo de un palo porque estaba una señora que dada terrenos, pero a nosotros nos dijo que nada más nos daba cinco pasos de terreno y mi yerno hizo un tejabancito nada más enredado de hule y ahí se puso e hizo unas camitas de tarima y ahí, cocinábamos en el suelo, porque la gente nos dio unos sartenes”.
Ahora ya con una casa en el nuevo Fraccionamiento CVive ya es diferente, aunque actualmente aún sin el servicio de agua potable, drenaje y luz eléctrica, manifestó que está en mejores condiciones y lo agradeció públicamente.
”Gracias a Dios que no hemos sufrido (en su nueva casa) por agua no, el día que me vine llovió y una señora me prestó un tambo y en ese he estado juntando agua y luego llueve y ya se lleva, viene una pipa a darnos agua”, añadió.
”Si quisiera regresar (a su pueblo), pero no se la pasa uno a gusto, porque allá están mis hermanos, ellos se devolvieron porque a dónde (se quedaban), no tenían dinero, no tenían nada, entonces se regresaron porque no duermen a gusto porque una ‘ladrata’ de perros y para saber, andan otras gentes (armadas) que dicen que son más buena gente, le digo para saber, el riesgo siempre está y por eso pues no regreso”.
Recordó que en días pasados sí pensaba regresar a su pueblo y decía que si la mataban pues ni modo, pero sus hijos le dijeron que se esperara a ver qué salía y ya que le dijeron que le iban a dar casa decidió quedarse el Mazatlán, en su casa nueva a la que llegó hace 22 días, aunque se le mete el agua por abajo.
”Aunque estamos sufriéndole al calor, pero le sufrimos al principio, tres años ahí echándonos aire con un cartón, cuanto más ahorita, aunque dice este señor que ya van a echar la luz, uno es pobre le digo”, continuó.
”Gracias a las personas que nos ayudaron, que tuvieron el buen conocimiento humanitario de interferir por nosotros es por eso que estamos agradecidos hasta con el Gobierno Federal, nos pusieron atención y nos ayudaron bastante y nos siguen ayudando y estaremos agradecidos todo el tiempo porque nos protegieron, trataron de ayudarnos y nos dieron todos estaos beneficios que no los teníamos”, dijo el señor Rafael “N”.
”Nosotros veníamos sin nada por causa de la violencia, que todavía existe, pero de perdida ya estamos aquí, ya nos venimos, ya dejamos todos nuestros bienes tirados y aquí estamos, y gracias a personas de buen corazón como son ellos que nos han ayudado”.