"Síndrome ardor/pinchazo"
Amigo lector de Noroeste, cuando usted realiza actividad física y lo hace de manera exagerada o va iniciando con la misma, pero no tiene condición física y además no toma agua suficiente, ha notado que su cuerpo se siente rígido y a nivel de cabeza y cuello siente ardor o pinchazos (como toque eléctrico). Esto puede ser por una lesión o trauma en el cuello (cervicales) y el hombro que se presenta como dolor quemante que irradia hacia uno o los dos brazos, esto es secundario a la compresión o atrapamiento de un nervio branquial que afecta el miembro superior.
Fisiopatología. A esta lesión se le divide en tipo uno y tipo dos. El mecanismo de lesión tiene tres componentes de producción a) tracción del plexo branquial, este ocurre cuando el hombro está deprimido y el cuello es forzado en la flexión lateral, lejos del lado involucrado, b) contusión directa a la fosa supraclavicular, ocasionando una lesión contundente en el tronco superior.
Y c) comprensión nerviosa, por la combinación de hiperextensión de cuello y una flexión lateral ipsilateral, que puede ser el principal mecanismo de lesión; debido a esto la manipulación de cervicales es esencial que se respeten los arcos de movimientos, así como la flexibilidad y elasticidad.
Cuadro clínico. Este tipo de lesión se va a manifestar con dolor quemante en el área supraclavicular. El dolor se irradia hacia el brazo, generalmente es un patrón circunferencial. Puede haber entumecimiento, parestesias y debilidad de la extremidad, esto puede durar de uno a dos minutos. A la palpación se localizan las zonas hipersensibles y espasmos. Es importante que durante la exploración se haga un diagnóstico diferencial.
Diagnóstico. Se hace por la clínica y la historia del paciente, se piden estudios de gabinete como la electromiografía cuando la sintomatología persiste por más de tres semanas, ya que puede confirmar el diagnóstico, localizar y valorar la magnitud de la lesión. Pueden solicitarse estudios de imagen de la columna cervical cuando el paciente tiene dolor severo, movilidad limitada, debilidad o lesiones recurrentes. Las radiografías deben incluir las proyecciones ap, lateral y oblicuas, así como dinámicas en flexión y extensión. La resonancia magnética o tomografías computarizadas pueden determinar la lesión de la médula espinal o raíces nerviosas.
Tratamiento. En el deportista debemos ver el mecanismo de acción, mientras que en las personas no deportistas se tienen que ver las acciones de la vida diaria, siempre ver los factores predisponentes y corregirlos y siempre iniciar con manejo conservador y de acuerdo al diagnóstico se valora la cirugía.
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