Amigo lector de Noroeste, su cuerpo es único, este necesita de cuidado (no tanto porque también lo enferma), y el responsable de esta obligación es solo de usted. Cuando el humano nace es un ser dependiente de los padres o de familiares, pero conforme pasan los años el cuidado depende de la persona, y esto no debe ser una tarea que fatigue, al contrario, hay que convertirla en una cultura de prevención para la salud no solo del corazón sino de todo nuestro organismo.
Cuando adquirimos esta necesidad y se vuelve algo “automático”, por ejemplo, comparemos el manejar un automóvil, lo hacemos sin ver las palancas del acelerador, frenos, etcétera, pues bueno, desde hoy tomemos nuestra salud como una cultura de autocuidado.
El ser vivo, una de sus características es que se mueve, y esto es bueno para la salud cardiaca, también lo que consumimos en la dieta, un servidor siempre recomienda de manera general que nuestra alimentación debe ser 60% a 80% de origen vegetal, y de 20% a 40% de origen animal, lo menos industrializados o manipulados por el hombre. Si sabemos que el hombre pertenece a los omnívoros, luego entonces debe de comer de todo, pero no debe de abusar, ya que la cantidad de nutrientes varía de acuerdo a la genética (endomorfo, ectomorfo o mesomorfo), a la actividad física o trabajo. Todo esto nos da un promedio de los nutrientes que debemos consumir. Si los nutrientes son grasas (nueve calorías por gramo), alcohol (siete calorías por gramos), carbohidratos y proteínas (cuatro calorías por gramo), nos daremos cuenta de manera aproximada cuantas calorías estamos consumiendo.
Es cierto que de acuerdo a las características genéticas van a ser las masas corporales, pero una cosa es que se tienda a engordar (sobresalir en grasa “endomorfia”) y otra cosa que me deje engordar (obesidad), el mesomorfo sobresale en músculo y el ectomorfo tiende a ser delgado.
Es primordial que desde la concepción se tenga cuidado de lo que se ingiere, lo ideal es que al recién nacido se le alimente con leche materna, y conforme se haga “viejo” se le vaya cambiando el tipo de alimentación.
En la alimentación existen muchos mitos, por ejemplo, que el comer frutas es saludable “depende”. Si se consume fruta también debe ser regulado por que si sobrepasa las calorías ingeridas a las egresadas (gastadas) será un factor predisponente al hígado graso, luego entonces lo ideal es ingerir nutrientes y hace la actividad física suficiente para gastar lo ingerido.
El corazón reacciona también con la presencia de grasa tanto en él, como órgano como en arterias y venas. Si a partir de hoy usted inicia con tener un consumo de nutrientes igual al que utiliza tanto para las acciones de la vida diaria, como las automáticas del cuerpo podrá gozar en un alto porcentaje de la calidad de vida. Sepa que si usted gasta lo que consume, sus masas corporales permanecen sin alteración, si consume más de lo que gasta se traduce en obesidad, pero si gasta más de lo que consume va a tender a la delgadez, así que cuide lo que consume y haga actividad física (la que quiera, pero muévase) o prepárese para ser un “enfermo” que de todo se va a quejar, queriendo que la medicina le alivie lo que usted solo se causó.
Es importante que sepa que las cardiopatías son la causa número uno de los países desarrollados, aunque a partir del desarrollo tecnológico, el sedentarismo ha aumentado en gran porcentaje, y por ende las cardiopatías, lo que hace que en la actualidad eso de que era una enfermedad de los ricos en el pasado, hoy en día esta no discrimine a nadie, y pueda afectar a cualquier persona, de manera independiente a su edad, sexo, raza, clase social o condición económica. En algunas investigaciones se ha encontrado que en personas caucásicas y afroamericanas es más común que en individuos de otras razas.