¿Por qué Julio César Chávez usaba una cinta roja en su cabeza? La usaba para protegerse y así lo cuenta
Las cábalas en el mundo del boxeo siempre han estado presentes y el más grande peleador de México, Julio César Chávez, no ha estado exento de estas prácticas.
El César del Boxeo reveló por qué empezó a utilizar la famosa cinta roja que lo distinguiera al subir al ring y que lo acompañó en muchas de sus noches de gloria.
En entrevista con Yordi Rosado, el nacido en Ciudad Obregón, Sonora, explicó que por una posible brujería de la madre de Edwin Rosario comenzó a utilizar a la famosa cinta roja en su cabeza para ahuyentar cualquier tipo de espíritu.
Julio César Chávez dijo que fue el asesor del promotor Don King, Eddie Mafuz, quien le pidió usar la cinta para ahuyentar los malos espíritus previo a su combate ante Rosario.
“Yo le dije, ‘de qué me estás hablando, por qué quieres que me ponga la cinta roja’, y me contestó que la mamá de Edwin Rosario tenía una foto mía en una cubeta con hielo para que subiera congelado”, contó Julio César a Rosado.
“Yo le contesté que estaba pendejo, que yo no creo en esas pendejadas, no voy a subir de ridículo con esa cinta”.
Fue tanta la insistencia de Mafuz, que el ídolo mexicano terminó por convencerse y usarla. A partir de ese momento, fue un ritual que no dejó hacerlo en cada enfrentamiento.
“Estuvo chingue y chingue, hasta que me convenció y me puse la cinta roja. Yo no sé si gané por la cinta o porque fui mejor que Rosario, yo pienso que gané porque era mejor que él”, agregó Chávez sobre el tema.
La popularidad de esta cinta roja pronto trajo ganancias y es que varios patrocinadores se acercaron a Julio César Chávez para que sus marcas aparecieran en ese accesorio, por lo que el ex boxeador obtenía medio millón de dólares.
“Pero sí funcionó la cinta roja en el sentido de que, pues después me pagaban después por ponérmela. Me ganaba, en ese entonces, medio millón de dólares (por pelea), porque llevaba Tecate, Banco Atlántico”.
Al preguntársele si le llegó a dar algo de dinero a Mafuz, Chávez bromeó al responder: “no, lo mandé a chingar a su madre, ya después sí le agradecí, le di las gracias”.
Incluso, la cinta roja se convirtió en un amuleto para Julio César Chávez, ya que debía subir siempre con ella al ring.
“Después se hizo como un amuleto, ya no podía subir al ring sin la cinta roja, después llevaba marcas que me pagaban, se hizo tradicional, ya todo mundo se la ponía, se hizo viral”.