Philadelphia 76ers puso un show defensivo sobre Luka Doncic y sus Dallas Mavericks
Aunque otros equipos están encontrando un nivel más consistente y regular en ese costado, cuando los Philadelphia 76ers se enfocan defensivamente, pocos conjuntos logran tener el dominio de los de Doc Rivers. Prueba de esto fue su victoria de este jueves ante los Dallas Mavericks (sin Kristaps Porzingis) por 111-97, en un partido de más de 20 puntos de diferencia, en el que los texanos maquillaron el marcador y sus estadísticas en los minutos basura. Enorme actuación de los Sixers que mantienen la punta del Este con marca de 22-11.
Más allá de sus 111 tantos, el secreto de la victoria Sixer llegó sin dudas por su trabajo defensivo, llegando a generarle 22 pérdidas a los Mavs y teniéndolos por debajo del 40% de cancha durante buena parte de la noche. De no ser porque Philadelphia uso a sus suplentes durante todo el último cuarto, probablemente la visita ni siquiera hubiera alcanzado las 90 unidades.
Ese dominio desde la marca tuvo su base fundamental en el extraordinario trabajo de Ben Simmons en su matchup frente a Luka Doncic. Lo del australiano fue una verdadera exhibición, complicándole la vida a uno de los talentos ofensivos más grandes que haya visto esta competencia y ganado ese duelo muchas más veces de las que perdió. Porque si bien el esloveno terminó con 19 puntos y un correcto 6-13 de cancha, la mayoría de sus conversiones llegaron frente a otros 76ers. Cuando tuvo a Simmons en frente, no solamente falló más de la cuenta, sino que entregó varios balones en pérdidas vivas: acabó la noche con 7 pérdidas y solo 4 asistencias.
Lo de Simmons fue digno de un DPOY, premio al que empieza a ser vinculado por su rendimiento en esta campaña. Y es que no solo brilla en los asignamientos individuales, sino que también impacta la defensa general, con sus ayudas, rotaciones a tiempo, cortes de balón, tapones... un verdadero as en ese costado del campo.
Claro que Simmons no estuvo solo y todo el trabajo general de Philadelphia fue de altísimo nivel en defensa, redondeando probablemente su mejor partido de la 2020-2021 en esa área. Embiid contribuyó a que los tres pivotes que vieron acción por Dallas (Marjanovic, Powell y Cauley-Stein) se combinaran para un 4-17 de cancha, Danny Green estuvo tan sólido como siempre y hasta Seth Curry, normalmente el eslabón más débil del cuadro titular en esta faceta, tuvo varias apariciones interesantes.
Lo de Philadelphia fue tan bueno en defensa que ayudó a compensar un ataque bastante impreciso. Empezando por un Embiid que tuvo su tercer juego consecutivo en muy bajos porcentajes: 5-20 de cancha, fallando demasiados lanzamientos a media distancia. El camerunés acumula apenas un 14-53 en sus últimas tres presentaciones, válido para un 26% de campo. Además, Tobias Harris apenas pudo aportar 6 puntos en 22 minutos, antes de abandonar el campo con un golpe en la rodilla derecha (se esperan estudios). Que los Sixers superen con tanta claridad a un buen equipo, en una noche poco inspirada de sus dos principales anotadores, es una gran señal para ellos.
En ataque, hubo tres nombres que sí destacaron por el lado del ganador. Uno fue el propio Simmons, quien estuvo muy agresivo a la hora de atacar el aro y terminó con 15 puntos, 7 asistencias y un 6-11 de campo. Otro fue Seth Curry y su habitual súper eficacia: 15 puntos, 6-9 de cancha y 3-3 en triples. Y el tercero fue el menos esperado de todos: Dwight Howard, con 14 puntos, 8 rebotes, 3 tapones y un 6-7 de campo en 16 minutos. La mejor versión del ex Lakers con su nuevo equipo.
Sin Porzingis y con Doncic controlado, todo se hizo demasiado cuesta arriba esta noche para Dallas, que ya sabía promediando el tercer cuarto que el partido se le había ido de las manos. Poco para rescatar en un conjunto en el que Doncic fue el único que pasó de las 13 unidades. Los Sixers no les dieron margen a los texanos, quienes se vieron superados prácticamente de principio a fin.