Oklahoma City Thunder, clasificado al Play-In
Entre las últimas dos temporadas, Oklahoma City Thunder solamente había ganado 46 partidos de los 164 que disputó: ganó un 28 por ciento de sus encuentros. Un número esperable para una franquicia completamente en reconstrucción, cuyo único objetivo parecía ser acumular más y más picks de Draft.
En la Fase Regular 2022-2023, sin embargo, Shai Gilgeous-Alexander despegó. Y el guardia que llegó a OKC en 2019 por el traspaso de Paul George se encargó de dejar a la franquicia clasificada al Play-In. La derrota de Dallas Mavericks ante Chicago Bulls certificó el lugar de Oklahoma City como uno de los protagonistas de la batalla de la Conferencia Oeste por una plaza en Playoffs.
OKC estaba rankeado como el equipo 23° de toda la liga para las casas de apuestas en la previa de la temporada. Una probabilidad de 21 a 1 (+2000) de llegar a Playoffs, solo mejor que la de Houston Rockets y San Antonio Spurs en la Conferencia Oeste. Por caso, Dallas Mavericks pagaba 1,18 a 1 (-550) y Portland Trail Blazers 2,70 a 1 (+170). Pero el nivel de Gilgeous-Alexander los hizo sobrepasar cualquier expectativa, ya con 16 victorias más que las 23 que Las Vegas esperaban que consigan.
El base canadiense se estaba luciendo en la temporada 2020-2021, en la que OKC ganó 16 de los 35 partidos que él jugó, hasta que el equipo decidió terminar su temporada para preservarlo de una lesión (y conseguir una mejor ubicación en el Draft 2021). Esta vez le dieron rienda suelta a Shai y el Thunder tiene casi un 50 por ciento de victorias con él en cancha: 33 triunfos y 36 derrotas, un récord prácticamente igual al 39-42 actual de la franquicia.
Gilgeous-Alexander está registrando máximos de su carrera en puntos por partido (31.5, cuarta mejor marca de la NBA), tapones por partido (1), robos por partido (1,7, cuarta mejor marca de la NBA), acierto en tiros libres (90.8%), tiros libres intentados por partido (10.9) y acierto en tiros de campo (51.2%).
Con una media de 31-5-5 a los 24 años, ya dejó de ser futuro para ser presente, debutó como All-Star y vale cada uno de los 30 millones anuales de su salario que incluso, con los números estrafalarios de la NBA actual, hasta se queda corto para un jugador que será All-NBA como él.
El salto enorme que dio Oklahoma, con 14 o 15 triunfos más de una temporada a la siguiente, no se dio por los movimientos en la Agencia Libre (su contratación más importante fue la de Isaiah Joe, un escolta suplente) o por tener una elección top del Draft: escogieron a Chet Holmgren con el pick 2 y se lesionó antes de poder debutar con la franquicia, por lo que no llegó a jugar ni un partido.
Josh Giddey, el pick 6 de 2021, mejoró bastante su juego y Jalen Williams y Jaylin Williams, picks 12 y 34 del último Draft, fueron dos grandes selecciones de parte de la gerencia general encabezada por Sam Presti, pero sin un jugador del calibre de Shai es probable que Oklahoma City siguiera en el último puesto del Oeste.
Ahora en Oklahoma tienen a Holmgren esperando, 13 selecciones de primera ronda (y 10 de segunda ronda) de las próximas cuatro ediciones del Draft (Un 10% de las próximas 238 selecciones de la NBA) y a SGA con un contrato firmado hasta mediados de 2027.
Esta fase del proyecto ya se coronó. El Thunder tiene a su jugador franquicia para ser todavía más competitivo de lo que fue, mientras otras franquicias del Oeste están a punto de desmoronarse. El futuro es suyo y lo saben desde el presente.
(Con información de NBA)
