Niños Triquis: regresan con su quinta generación a seguir cambiando vidas
MAZATLÁN._ Tras tres años prácticamente sin actividad derivado de la pandemia, la Academia de Baloncesto Indígena México (ABIM) está de vuelta con una nueva generación de los famosos Niños Triquis, originarios de las comunidades de Oaxaca.
Sergio Zúñiga, entrenador y fundador de la Academia de Baloncesto Indígena México, reactiva la academia y con su quinta generación se encuentra en Mazatlán siendo parte de la disciplina de baloncesto en la primera edición de la Olimpiada Indígena Zona Norte.
El coach, reconocido a nivel nacional e internacional por este proyecto que nació en 2009 y que se cristalizó en 2013, participa con dos categorías de Niños Triquis de los niveles 2010-2011 y 2015-2016, esta última es con la que viene trabajando desde hace seis meses y será la que busque emular a lo hecho por la primera.
“Queremos que estos niños como los anteriores cambien sus vidas, que no repitan la misma historia, que cambien el sueño ‘americano’, por el sueño universitario”, dijo Zúñiga.
“El próximo año vamos a ver a tantos que se van a graduar de la universidad de lo que fue la primera generación, van a ser ocho y eso da mucho gusto porque dejan atrás todo un mundo de necesidades y carencias”.
La pandemia afectó en todos los aspectos y niveles de la vida misma y ellos no fueron la excepción.
“Hoy con esta quinta generación me fusiono con la gente de la Fundación Usos, Costumbres y Tradiciones de los Pueblos del Mundo, porque después de la pandemia paré tres años, ya no había conferencias, ya no había asesorías, ni campamentos, la pandemia nos cerró todo, entonces apenas se está activando todo.
“La fundación, a través de su presidente Javier Rodea y su esposa Altagracia, me abren el espacio, en Oaxaca tengo en mi casa hasta albergar a 30 niños, pero me dicen vente para acá a la Ciudad de México y aquí los hospedamos, ahorita tenemos 25 niños, entre niños y niñas, ya ahora tenemos a niñas y de hecho traemos a dos”.
Zúñiga externó que en las academias no únicamente les enseñan baloncesto, sino que ellos saben que tienen que leer un libro cada 15 días, mantener un promedio de 8.5 para seguir jugando.
“Les enseñamos teatro, danza, música, poesía, talleres, es una educación integral completa para que el niño rompa sus complejos y quiera ser alguien. Con estos niños apenas tenemos seis meses, nos da mucha emoción porque en ese tiempo los niños ya hablan español, lo entienden mucho más, se les enseña inglés.
“El estar aquí en Mazatlán promoviendo este tipo de eventos indígenas tiene un significado diferente porque siento que hay más inclusión, este tipo de eventos son los que nos unen, estamos muy partidos en el deporte. El deporte no puede ser política, ya que si nos uniéramos todos seríamos una potencia, hay que unificarnos y hacer un solo esquema”.
Van al extranjero
En el 2024 están invitados a participar en el Pirineos Basket Cup en Barcelona, España.
“Ese va a ser nuestro primer objetivo, empezar a demostrar, buscar patrocinadores y este tipo de eventos aquí en Mazatlán son los que nos ayudan que estos niños existen y que en realidad se está haciendo una quinta generación, y después nuestro Torneo en Las Vegas”.