Miguel Ángel González es dado de alta y lanza reto a Julio César Chávez
MÉXICO._ El ex campeón mundial de boxeo, Miguel Ángel González, terminó el martes su rehabilitación y cruzó la puerta de la Clínica Hacienda Nueva Vida como un hombre nuevo, que logró sanar las heridas físicas y emocionales.
Una pelea que lo llevó a desafiar sus propios límites, que lo mandó a la lona, pero que su determinación lo hizo levantarse; sin embargo, “El Mago” no estuvo solo en esta pelea, pues sus papás y sus dos hijas estuvieron ahí, en su esquina, pero también varias personas a las que les agradece esta victoria, el director de Hacienda Nueva Vida, Aaron Silva, y al presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán.
González fue recluido en la clínica en octubre del año pasado, luego de que fuera captado en las calles de la Ciudad de México en malas condiciones producto de sus adicciones.
Miguel, quien fue ovacionado por todos los presentes, pero en especial por su familia quien jamás pensó en tirar la toalla, fue enfático al decir que este enemigo no respeta edades, sexo, religiones o nivel social; no obstante, lo importante es reconocerse y sobre todo aceptar la ayuda.
“Espero que esto le sirva de experiencia a mis hijas, a los jóvenes porque el demonio del alcohol no respeta campeones, ni sexo ni, condiciones sociales, porque una vida libre de alcohol y drogas se vive mejor (...) Me he puesto de pie nuevamente, levantado de la lona, porque quiero morirme de pie como los árboles”, aseguró ante el casi medio centenar de asistentes.
Emocionado y sumamente agradecido, el ex boxeador se reconoció como un hombre nuevo, que rompió las cadenas de la adicción, pero sobre todo que tiene una nueva misión en la vida: ayudar a todos quienes han caído en este infierno, llevándoles esperanza y demostrándoles que sí se puede. Además, expresó su deseo de subir de nuevo al ring.
“Si me lo permite el Gran Campeón Mexicano Julio César Chávez, que también estuvo al pendiente, me gustaría de alguna manera dejar en claro ese empate”, aseguró. Y es que la rivalidad deportiva entre ambos personajes data del 7 de marzo de 1998, cuando encarnaron una cerrada pelea en la cual nadie pudo levantar el título vacante en peso Superligero del CMB, pues los jueces decretaron un empate en las tarjetas.
Para Mauricio Sulaimán fue un día es muy especial pues es reconocer la lucha de un hombre que no se dejó vencer, que cayó en el infierno de las adicciones, pero que sacó a su espíritu guerrero para darle un nocaut a las adicciones y así, ganar la pelea mas importante de su vida, convirtiéndose en un ejemplo de que “cuando se quiere se puede” y que no existe nada más grande que la fe y la esperanza.
Visiblemente emocionados, los papás del campeón sólo tuvieron palabras de agradeciendo para todos quienes hicieron posible la recuperación de su hijo, pero en especial al máximo dirigente del CMB, Mauricio Sulaimán y a Aaron Silva, director de la clínica.
En este festejo Miguel estuvo acompañado también por su familia boxística, entre ellos el ex campeón sinaloense Carlos Cuadras, la monarca del CMB, Lourdes Juárez, el ícono del boxeo femenil, Marina Juárez, y el gran Carlos Zárate, quien le dedicó unas emotivas palabras con las que reconoció el valor de González pues la pelea con las adicciones es una guerra con el rival más difícil: uno mismo.
Para finalizar y antes de cruzar esa puerta, compañeros de la clínica Hacienda Nueva Vida le dedicaron una sincera despedida, no sin antes ser reconocido por el CMB y su familia boxística con un cinturón verde y oro de campeón de la vida.