¿Le sabes al ajedrez? En Mazatlán, Luis te reta a ganarle una partida en el tianguis de la Juárez
MAZATLÁN._ Rechazado por diferentes instituciones académicas por el desconocimiento que aún en la actualidad existe y catalogado por profesionales de la materia como un niño que no encontraría acomodo en la sociedad, Luis Miguel Rodríguez Morales encontró en el ajedrez una ventana de oportunidades en todos los aspectos.
Con apenas 14 años de edad y únicamente cinco ligado al deporte ciencia, el llamado niño prodigio por la maestra Mónica Tirado, quien descubrió su capacidad y habilidades, ya forma parte de selecciones locales y estatales en diferentes procesos de Olimpiada, incluyendo triunfos en torneos de ámbito local e internacional.
Rodríguez Morales padece desde muy pequeño la condición de ser hiperactivo, comportamiento que le causó desde temprana edad muchas dificultades al lado de su madre, Alicia Morales Pérez y familia, al grado de ser rechazado de planteles educativos desde jardín de niños y hasta nivel primaria, debido a que maestros y autoridades de dichas instituciones lo señalaban, lo relegaban y hasta en muchas ocasiones lo catalogaron como un niño inestable.
“Al menos en un par de ocasiones psicólogos me dijeron que mi hijo necesitaba medicamentos, los cuales me los proporcionaron en el Seguro Social por indicación médica, mismos que se los retiré porque ponían a mi hijo adormecido durante muchas horas del día, hubo una psicóloga que describió un panorama desalentador de mi hijo ante la sociedad, que sería rechazado en todo momento y me lo pidió en adopción para llevárselo a vivir con ella a un lugar alejado, en el que viviera tal cual como si fuera un animalito silvestre”, recuerda Alicia Morales.
Hoy en día Luis Miguel cursa el tercer año de secundaria en Colegio Valladolid del Centro, lugar en donde la materia del ajedrez ha potencializado sus grandes habilidades y además lo ha estabilizado en todos los sentidos, inclusive reduciendo los índices de hiperactividad.
“Me gusta el ajedrez porque me hace ver un poco inteligente al jugarlo, me acerqué al ajedrez por mi tío Valentín Morales, ya que me enseñó a jugarlo hace ocho años, tenía apenas seis años y era muy hiperactivo, quería aprender más cosas, era inteligente para mi edad, tenía el nivel de secundaria y los maestros no me querían ayudar y me señalaban mucho y hasta me rechazaban”, explica Rodríguez Morales.
La Escuela Primaria Gabriel Leyva Solano y la profesora Mónica Tirado, hoy en día supervisora escolar, fueron un nuevo comienzo de vida para él, su mamá, hermanos y su padre Vicente Rodríguez Valenzuela, quien es jubilado por invalidez desde hace algunos años, y que por su pensión menor a los 2 mil pesos, se desempeña en el área de mantenimiento en restaurantes para ayudar a la economía familiar.
“En el quinto grado de esa primaria hubo una maestra Mónica Tirado, quien me ayudó mucho y hasta la fecha, ella me desarrolló inteligencia con el ajedrez, en ese momento empecé a ir a torneos, he ido a Culiacán, a Concordia y aquí en Mazatlán he jugado también.
“Conocí después un maestro llamado Luis Leyva que me ayudó con técnicas más avanzadas de ajedrez, siento que el ajedrez me hace más inteligente, en la escuela saco calificaciones de 10, el director de la primaria, el doctor Martín Salvador me apoyó demasiado”.
El tío Andrés Morales Pérez ha cumplido con una labor fundamental de apoyo económico y de acompañante de Luis Miguel en competencias locales y foráneas, ante la situación laboral de los padres, quienes trabajan prácticamente toda la semana para sacar adelante los gastos de la casa, de sus hijos y la colegiatura en Colegio Valladolid.
“Desafortunadamente mi hijo no tiene beca, la escuela lo apoya con el tema de la inscripción, pero no se ha podido lo de la beca, luego que se atravesó la pandemia y pues eso nos ha impedido conseguirla, de hecho ya he ido a varias dependencias municipales y también al Imdem, pero nomás nos dicen que van a ver el caso y que lo van a tomar en cuenta; sin embargo, no contamos con ningún apoyo”, externó la madre de Luis Miguel.
El ajedrez, medio de apoyo para solventar sus gastos
Desde hace 25 años, domingo a domingo, Morales Pérez acude al Tianguis de la Colonia Juárez a vender ganchos y demás objetos para el sustento familiar, encontrando eco de su hijo con apoyo, y que desde hace siete meses, a iniciativa de ella, el adolescente imparte clases de ajedrez a cambio de un módico pago por partida o enseñanza, cuota que ayuda para los gastos de camiones y cuadernos de él mismo.
“Como mi esposo tiene problemas de salud, necesitamos de alguien para movernos al tianguis cada domingo, entonces él quiso ayudarnos y ayudar a su papá, nos empezó a acompañar cada domingo desde muy temprano al tianguis y ya estando ahí le dije a mi hijo que pusiera una mesita para jugar ajedrez, ya que pasaban por ahí sus amigos y sus maestros con los que le gusta jugar.
“Entonces la pusimos, se puso un letrerito y empezó a llegar la gente a jugar y otros a aprender, pero hubo gente que le dijo que si le ganaban qué se iban a ganar ellos, fue por eso que pusimos un premio sorpresa al que le gane a mi hijo y en siete meses nadie le ha ganado”, expresa la señora Alicia.
LLAMADO A LA SOCIEDAD
La familia de Luis Miguel está consciente que a pesar de la actualidad que se vive y de que se habla tanto de la inclusión, la sociedad y la educación a través de las instituciones tiene mucho desconocimiento e insensibilidad.
“Es un llamado para la sociedad que entiendan más los temas como el de su hijo, no los releguen, al contrario hay que apoyarlos, en las fiestas no lo aceptaban, no los dejan brillar a este tipo de niños, afortunadamente gracias a Dios, la familia y muchas personas nos tendieron la mano.
“El ajedrez le ha servido de mucho, en su concentración, la aceptación en lo social, en su forma de hablar, ha conocido gente, ha viajado, lo que antes no tenía acceso y lo rechazaban, ahora lo veo a él a futuro con la posibilidad de desarrollarse más, ser profesionista, le encantan las matemáticas y le gusta eso de las empresas”.