Italia defiende su corona en la Copa Davis

Sinner y Berrettini lideran a su país para conquistar la tercera Ensaladera de su historia

Más de una década después, un campeón de la Copa Davis consigue defender su corona.

Italia reeditó en esta edición el título que conquistó el pasado curso en esta competición (2023-24), de la mano de Jannik Sinner y Matteo Berrettini, algo que no lograba nadie desde que República Checa lo hizo en 2012-13.

Y lo hizo de la mano de Jannik Sinner, y Matteo Berrettini, los encargados de dar los seis puntos durante toda la semana en el Pabellón Martín Carpena de Málaga a Italia contra Argentina (cuartos de final, 2-1), Australia (semifinal, 2-0) y Países Bajos (final, 2-0).

El número 1 del PIF ATP Rankings rubricó una temporada de ensueño en la que ha ganado ocho títulos ATP Tour, incluidos el Abierto de Australia, el US Open, las Nitto ATP Finals, los ATP Masters 1000 de Miami, Cincinnati y Shanghái, además de la Copa Davis.

El italiano selló su victoria 73 del año en 79 encuentros —su cifra más alta de partidos ganados en una misma temporada— tras superar a Tallon Griekspoor por 7-6(2), 6-2, en una hora y 31 minutos, en el segundo partido de la serie ante Países Bajos, a quien ya habían derrotado también en la Fase de Grupos de la Copa Davis en septiembre.

Todas las variables soplaban a favor de Sinner. No sólo por ser el mejor jugador del momento, el Martín Carpena de Málaga estaba más cerca de parecerse a un coliseo romano que a un pabellón en España, y, por si fuera poco, el italiano había dominado a su rival en los cinco enfrentamientos previos que recogía el Lexus ATP Head2Head.

Esta vez, al igual que en las dos citas anteriores en Miami y Halle, el neerlandés propuso un inicio de partido muy duro. Desde el tercer juego sometió a presión al italiano, que con 1-1, 15/40 tuvo que salvar sus primeras opciones de break en contra. Fueron las únicas del set inicial, que llegó al desempate, donde Sinner decidió de su lado por 7-2.

Sin nada que perder, Griekspoor asumió un mayor riesgo en su juego. Fue a por todas, combinó tiros profundos con golpes inspirados en la red y así se sucedieron una serie de quiebres —tres en total— hasta que Sinner demostró por qué es el mejor jugador del mundo para frenar la sangría (4-2).

El triunfo, que cerró por 6-2 en el segundo set, llegó después de que Berrettini se consolidara como el fiel escudero de Sinner, asumiendo los galones como número 2 de su equipo para asegurar el primer punto de la serie, por segunda eliminatoria consecutiva.

El número 35 del PIF ATP Rankings arrancó esta final, firmando la victoria por 6-4, 6-2, en una hora y 16 minutos ante Botic van de Zandschulp.

Berrettini, que tiene un récord de 9-2 en esta competición en individuales, no tardó en enseñar el colmillo. Sin apenas pasar apuros con su servicio, esperó hasta el noveno juego, elevando su nivel de agresividad desde el fondo, buscando la red y arrancando un break en blanco, que le permitió sacara para quedarse la primera manga por 6-4.

En el tercer juego del segundo set, el italiano volvió a elevar el nivel, sorprendiendo a van de Zandschulp que parecía tener la situación controlada con 1-1, 40/0. Sin embargo, vio cómo su rival no sólo forzó el deuce sino que provocó dos nuevas oportunidades de quiebre, que acabó transformando gracias a una doble falta del neerlandés.

Con 16 aces y un 86 por ciento de puntos ganados con primeros servicios blindó la ventaja hasta el final del partido para poner el 1-0 ante Países Bajos, que disputaba la final de la Copa Davis por primera vez en 104 años de historia de la competición.

(Con información de ATP)