Hubo apoyo para Luka Doncic y Dallas Mavericks empató la serie ante Phoenix Suns
Por segundo partido consecutivo, los Dallas Mavericks demostraron que no necesitan de una explosión anotadora o de una actuación súper inspirada de Luka Doncic como para ser competitivos ante el mejor récord de la NBA. Los de Jason Kidd tuvieron una tarde en altísimo nivel en todas las líneas, vencieron a los Phoenix Suns por 111-101 y transformaron el 0-2 con el que dejaron Arizona en un esperanzador 2-2.
Doncic no estuvo derecho con el tiro (9 de 26), más allá de sus 26 puntos, 11 asistencias y 7 rebotes. Sin embargo, el apoyo para el esloveno no pudo ser mayor: desde lo colectivo (gran trabajo defensivo y 20 triples anotados), hasta ciertas individualidades destacadísimas. Empezando por un Dorian Finney-Smith que tuvo el partido más importante de su vida: 24 puntos, 8 rebotes, 8-12 en triples, más todo su aporte desde la energía y la defensa. Sus 8 triples no sólo fueron su marca máxima en postemporada, sino que también lo hubieran sido en Fase Regular (su tope eran 6 conversiones).
Además de Finney-Smith, en el ganador hubo 18 de Jalen Brunson, 12 de Davis Bertans en apenas 13 minutos (4-6 en triples), 11 de Maxi Kleber y 10 de Spencer Dinwiddie.
En los Suns brilló Devin Booker con 35 puntos, pero la historia de la tarde pasó por la flojísima actuación de Chris Paul: 5 puntos en 23 minutos, saliendo con 6 infracciones temprano en el último cuarto. Más allá de que algunos de los cobros fueron cuestionables (especialmente el último), Paul cometió errores mentales importantes para alguien de su experiencia, sumando faltas en momentos y situaciones completamente innecesarias.
La serie de Paul define a Phoenix: 19.5 puntos de promedio en los dos encuentros como local y sólo 8.5 en los dos como visitante. Así de dispareja ha sido la imagen del base y de casi todo su equipo en este cruce.
(Con información de NBA)