Amigo lector de Noroeste, siempre lo hemos dicho que la actividad física es la mejor medicina preventiva, esto es una realidad “peeero”, es responsabilidad de cada individuo marcar un “hasta aquí”, porque el ser humano como cualquier ser vivo tiene sus limitantes, y cuando la capacidad física o el estado de salud se alteran por la actividad física “algo se está haciendo mal”.
Esto normalmente es el “ego” del individuo, aunque hay ocasiones donde el “seudodeportista” ingiere sustancias farmacológicas o sustancias de oídas, que para aguantar, pues cualquier consumo no indicado por el profesional de la medicina es una alteración a la higiene y al respeto tanto de la actividad física como al cuidado humano.
Hoy en día es común que se le haga más caso al político que a la ciencia o a la Biblia, un ejemplo de esto es la alteración de que haga más géneros, la ciencia dice que solo es hembra y macho, mientras que la Biblia dice varón y mujer, en el deporte vemos cómo algunos entrenadores juntan hombres y mujeres en la misma competencia, esto puede llevar a lesiones con una mayor probabilidad que esta sea la mujer, esto también es una falta de respeto a la higiene de la actividad física y el deporte.
Como todo en la vida, la higiene en el deporte tiene sus principios. El término higiene proviene de la palabra griega higieinos que significa saludable, que trae salud. El origen del término se relaciona con la diosa mitológica Higia, hija de Esculapio, dios de la medicina, representada en forma de doncella que sostiene en su mano una copa con una serpiente enroscada. Para los antiguos griegos la serpiente representa la sabiduría, bebía el veneno y hacía inofensivo el filtro de la vida. La copa con la serpiente enroscada permanece siendo en la actualidad el símbolo de la medicina.
En su concepción contemporánea, la higiene es la ciencia que trata de la conservación y el mejoramiento de la salud social. La higiene tiene entre sus “tareas”, la elaboración de los medios y procedimientos para incrementar el grado de resistencia del organismo a las posibles influencias nocivas del medio exterior, encaminados también al mejoramiento del estado general de salud, del desarrollo físico, de la capacidad del trabajo físico e intelectual y de la resistencia.
Cuando se indica actividad física como protocolo en el tratamiento de patologías es necesario tomar en cuenta factores epidemiológicos, infecciosos y de cuidado en el individuo. Se tiene que tomar en cuenta el campo, fuentes de infección, las vías del movimiento de la infección, propagación de las enfermedades infecciosas a través del aire, la transmisión de la infección a través del agua, a través del terreno, las infecciones a través de los alimentos, la transmisión de la infección por los insectos, los transmisores animales de la infección, esta última es las infecciones que se transmiten por el consumo de su producto (leche, carnes) de animales enfermos.
Es cierto que el humano posee una serie de mecanismos de defensa contra la inoculación de los agentes de las enfermedades infecciosas, una de las barreras es la piel, las mucosas especialmente las de las vías respiratorias superiores aunque esta es menos resistente que la piel.
En la prevención de enfermedades por falta en la higiene en la actividad física, es la higiene del aire, por lo que es importante el tomar en cuenta sus propiedades como es la temperatura, humedad, movimiento. La temperatura se da cuando al alcanzar la tierra, los rayos solares se transforman en energía calórica y calientan la atmósfera. Por eso, la temperatura de las capas del aire más cercanas a la tierra es mayor que en las superiores y a medida que se separa de la tierra la temperatura del aire disminuye aproximadamente en 0.5C por cada 100 metros. Las condiciones de la temperatura en la superficie de la tierra dependen da la latitud de la localidad.