Golden State Warriors escuchó a Draymond Green
24 horas después de una dura derrota en Orlando que terminó con Draymond Green acusando al equipo de “jugar blando”, los Golden State Warriors tuvieron una respuesta inmejorable a las palabras de uno de sus máximos líderes. Se impusieron como visitantes al Miami Heat por 118-104... y todo sin Curry, Thompson, ni el propio Draymond.
No sólo los Warriors jugaron un gran partido ofensivo sin sus máximas figuras, imponiéndose sobre una de las mejores defensas de la liga, sino que reaccionaron a exactamente lo que pedía Green: jugaron un partido extremadamente físico y enfocado, venciendo a Miami en rebotes (+11), libres intentados (+6) y hasta puntos en la pintura (+2). La banca de la visita también fue clave, ganando el duelo de segundas unidades con 42 puntos contra 13.
Una de esas victorias y actuaciones que sirven para volver a creer. Y para dejar atrás un revés en Orlando que había sido el punto más bajo del equipo en la temporada.
A falta de las figuras, Golden State tuvo a cuatro jugadores diferentes por arriba de los 22 puntos. Jordan Poole fue el máximo anotador del partido con 30 puntos más 9 asistencias, mientras que también fue excelente lo de Andrew Wiggins, Damion Lee y Jonathan Kuminga, todos con 22 tantos.
Lo del canadiense es especialmente positivo para los de Kerr, teniendo en cuenta el mal nivel que traía desde el All-Star Game. Una actuación de esta clase, por rendimiento y rival, puede ser una bisagra y una vuelta a las fuentes para el exMinnesota, quien además se dio el gusto de ganar el duelo personal ante Jimmy Butler (20 tantos), con quien lo une una historia bastante particular desde sus años en los Timberwolves.
Butler no sólo perdió ese duelo individual, sino que además fue protagonista de una de las imágenes de la noche, con una dura discusión en un tiempo muerto con los dos comandantes de Miami: su compañero Udonis Haslem y Erik Spoelstra. Una situación llamativa y que más allá de que probablemente quede en un enojo propio de un partido, no es la mejor imagen a un par de semanas del comienzo de los Playoffs. Especialmente en un Miami que no solo perdió ante unos Warriors sin su Big 3, sino que además venía de caer ante los Sixers, sin Embiid ni Harden.
(Con información de NBA)