Donna Kelce y el conflicto de ver a sus hijos enfrentarse en un Super Bowl
NUEVA YORK._ Travis y Jason Kelce están por convertirse en la primera pareja de hermanos en estar presentes en el terreno de juego disputando un partido de Super Bowl. Kansas City y Filadelfia se enfrentarán en la edición 57 de la final de la NFL y, al momento, los reflectores se los han llevado los hermanos. Entre tantas historias que siempre cuenta este tipo de encuentros, la de ellos es inédita.
Donna Kelce, madre de los dos futbolistas, es la protagonista de una encrucijada sin igual: tendrá que ver derrotado a uno de sus hijos para ver triunfar al otro. Eso es lo único seguro. El corazón de Donna se encontrará dividido, pero al mismo tiempo estará lleno de orgullo por lo que sus hijos han conseguido. Las redes sociales del Salón de la Fama difundieron una imagen de la misma Donna posando con un jersey con los colores de las dos escuadras protagonistas y en cada manga tenía los números de Travis y Jason, respectivamente.
Donna, puede presumir de haber visto también a su par de hijos jugando en el mismo bando desde sus años de secundaria, aunque para eso tendríamos que remontarnos hasta la primera década de los 2000. Los hermanos Kelce asistieron a la secundaria y preparatoria Cleveland Heights. Jason se desempeñó en su posición habitual como centro y también como guardia, aunque en sus años de secundaria se desempeñó como corredor y apoyador. Por su parte, Travis pasó como jugador de basquetbol y béisbol antes de enrolarse en el americano, donde llegó a la preparatoria para jugar tres años como mariscal, donde registró 2,539 yardas en su año senior.
Años después, ambos partieron a la Universidad de Cincinnati, donde su apellido comenzó a ser más reconocido. Jason inició su carrera en el futbol colegial en 2007. Comenzó en su primer año como fullback y luego pasó a jugar como guardia. Fue hasta su año Senior, el último en universidad, donde ya se colocó como centro de la línea ofensiva. El tiempo en el College le dio para reencontrarse con Travis, quien, para ese entonces, encontró su posición ideal: ala cerrada. Durante tres años, los hermanos Kelce fueron creciendo en lo deportivo y en conjunto. Nada más podía pedir Donna.
Jason, el mayor de los dos, rápidamente se convirtió en un prospecto para la NFL. En el Combinate del 2011, fue el más rápido de su generación de linieros ofensivos en la prueba de 40 yardas. A partir de ese momento, el camino de ambos tomó un rumbo distinto. En ese mismo año, el mayor de los Kelce partió al equipo del amor fraternal. Filadelfia lo seleccionó en la sexta ronda del Draft del 2011, como el pick 191. Pero a partir de ese instante, se convirtió en una insignia para el equipo.
Por otra parte, Travis se mantuvo un año más en la Universidad de Cincinnati. En el 2012, en su año como Senior, el ahora ala cerrada de Kansas City, impuso marcas personales en recepciones, yardas recibidas y touchdowns anotados. Lo que le valió para ser seleccionado por los Chiefs en la tercera ronda del Draft del 2013. A partir de entonces, se ha convertido en uno de los mejores alas cerradas de todos los tiempos.
Desde entonces, los Kelce se han establecido como dos de los mejores futbolistas en sus respectivas posiciones. Como en el orden de nacimiento, Jason consiguió hacerse primero del trofeo Vince Lombardi en el Super Bowl LVII. Travis, un año después lo consiguió con los Kansas City Chiefs. Ambos ahora están en la búsqueda de su segundo anillo, pero enfrente tendrán que pasar por encima del otro para conseguirlo. La única persona que se encontrará en todo el partido con los pelos de punta será Donna, quien tiene que lidiar con el éxito de sus hijos y que ahora la ha puesto en el peor de los escenarios.