Amigo lector de Noroeste, el estar “sano”, y libre de dolor, es la mejor forma de tener una calidad de vida, pero para lograr esto, usted es el principal “actor”, ya que depende de lo que se realice en las diferentes etapas de la vida para lograr esto en un alto porcentaje.
Es cierto que con el solo vivir ya se está en riesgo, y si practica cualquier actividad sea esta deportiva o no el riesgo es mayor, es cierto que lo que no se mueve se echa a perder, pero lo que se mueve de más también.
Si vamos a hacer cualquier actividad se debe de tomar en cuenta que esta no debe de cansar, doler o fatigar. Existen otras condicionantes que pueden causar dolor y estas son obesidad, algunas enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes, esta puede causar neuritis diabética, otras como el cáncer, aunque este el que causa más alteraciones son el tratamiento (radiaciones, quimioterapia), este sería un efecto secundario. Otro padecimiento es la osteopenia y la osteoporosis.
Conforme el individuo se hace “viejo”, todo su organismo va sufriendo cambios, que pueden causar diferentes alteraciones, por ejemplo en columna los discos intervertebrales se deshidratan (recordemos que estos discos están compuestos de cinco discos, donde el primero en su mayor porcentaje es agua, el segundo proteoglicanos y los tres restantes de colágeno tipo uno y dos), es por esto que personas que llegan a la sexta, séptima década o más, en su juventud fueron altos y a esa edad están más “chaparros”. Lo que hace que haya aplastamientos de raíces nerviosas.
El dolor neuropático va a ser por una lesión o enfermedad del sistema nervioso o por la respuesta neuroinmune marcada. A este tipo de dolor desde la historia siempre se le ha dado la importancia a su manejo, por ejemplo, Dioscórides, desde su juventud tuvo un deseo inagotable de conocer la materia médica y haber recorrido muchas tierras le dio la oportunidad de recabar información de numerosos fármacos provenientes de prácticamente todo el mundo romano. De él se sabe el prefacio de su obra, conocida genéricamente como materia médica, debemos colocarla por esos años, ya que Lecanio Areio, a quien está dedicada, fue un médico en Tarso, en Cilicia, en la misma ciudad en la que naciera San Pablo, quien tomó su primer nombre de Lecanio Baso, cónsul romano en el año 64 D.C.
Ahora en el presente estos dolores (lumbalgias) se han hecho tan frecuentes que su prevalencia es que el 85% al 90% de la población lo ha sufrido cuando menos una vez en la vida.
El dolor neuropático (lumbalgia) es un padecimiento que puede ser incapacitante, crónico y agudo, manifestándose ya sea con dolor localizado o con dolor irradiado.
El nervio ciático su origen son las raíces medulares de lumbar 4, 5 y sacra 1, estas van a formar el nervio ciático, que recorre todo el trayecto de los miembros inferiores hasta lo dedos. Este nervio como el resto está cubierto de mielina, que cuando se habla de desmielinización, que este va perdiendo la mielina, lo que hace que la transmisión nerviosa no se lleve a cabo de forma fisiológica, provocando dolor de acuerdo a la rama lesionada o comprimida.
Una lumbalgia frecuente en personas de edad productiva es el síndrome del músculo piriforme, el cual se contractura y “aplasta” el trayecto de nervio ciático dando sintomatología en el medio de la “nalga”. Una de las causas de este aplastamiento es el traer la cartera u otro objeto en las bolsas traseras del pantalón, también en personas que se llevan sentadas (sedentarios).
El diagnóstico y tratamiento, estos se logran con la historia del paciente y se corrobora con estudios de gabinete como es la resonancia magnética, con este estudio se tiene el diagnóstico de certeza. Para el manejo se busca la causa, y se inicia el tratamiento con antineuríticos, reposo, de no ceder se indica la cirugía realizada por el neurocirujano.
