Del terremoto Durant al puñetazo de Green, la movida pretemporada de la NBA
La pista vuelve este martes al centro de los focos en la NBA, después de una pretemporada muy movida, marcada por el ‘terremoto’ Kevin Durant, que amenazó con revolucionar la liga al pedir salir de los Nets de Brooklyn, antes de firmar la paz; el escándalo de Robert Sarver en los Suns de Phoenix, la suspensión de Ime Udoka como técnico de los Celtics y el puñetazo de Draymond Green a su compañero Jordan Poole.
Durant sacude la NBA
La bomba estalló el 30 de junio a pocas horas de la apertura de la agencia libre. Kevin Durant, frustrado por una temporada marcada por los altibajos en los Nets, pidió dejar la franquicia.
Más de media NBA pidió informaciones sobre su situación y se planteó encontrar una manera para poner las manos en uno de los jugadores más decisivos de la liga.
Los Suns de Phoenix, en busca del sufrido último paso hacia el anillo, los Celtics de Boston, tocados por las finales perdidas pocos días antes, pero también el Heat de Miami, los Trail Blazers de Portland y los Pelicans de Nueva Orleans soñaron con incorporarle.
Sin embargo, la situación se apaciguó semanas después, con Durant que cambió de idea y decidió honrar su contrato con los Nets e intentar ir a por un anillo al lado de Kyrie Irving y Ben Simmon.
“Me comprometí con este equipo por cuatro años, con la idea de jugar aquí. En la pasada temporada vieron lo que pasó, las lesiones, y hubo un poco de inseguridad, quería estar en un equipo estable. Tenía esos pensamientos, pero salimos adelante”, afirmó Durant al explicar la situación.
El caso Sarver
Fuera de la pista, la NBA enfrentó un escándalo en los Suns de Phoenix después de que una investigación descubriera un comportamiento abusivo en el entorno laboral y trato vejatorio a sus empleados por parte del dueño Robert Sarver.
La NBA le sancionó con un año de suspensión y una multa de diez millones de dólares. Sin embargo, las graves revelaciones del informe provocaron la feroz indignación de gran parte del ambiente, encabezado por estrellas como LeBron James o el mismo Chris Paul, de los Suns, quienes consideraron insuficientes esas medidas.
Entre las revelaciones de la investigación de la NBA se concluyó que Sarver usó en al menos cinco ocasiones un gravísimo insulto racista contra la población afroamericana. La liga también determinó que Sarver hizo muchos comentarios sexistas y derogatorios sobre mujeres.
En este contexto, Sarver, que también es dueño de las Mercury de Phoenix de la WNBA y es accionista del Mallorca del futbol español, decidió vender las franquicias de baloncesto.
“Palabras de las que ahora me arrepiento profundamente manchan casi dos décadas en las que he construido unos equipos que unieron a la gente, e hicieron más fuerte la zona de Phoenix”, afirmó entonces, tras una página oscura del baloncesto estadounidense.
Caos en los Celtics
Apenas diez días después de que estallara el caso Sarver, los Celtics de Boston estuvieron en el centro de los focos. Ime Udoka, el técnico debutante que llevó a los Celtics a las Finales, recibía una suspensión de un año por su franquicia por “romper las reglas internas”.
Se supo que Udoka había tenido “una relación consensual” con una mujer miembro del equipo, algo que viola la política interna del equipo de Boston.
Entre polémicas, los Celtics entregaron la dirección técnica del equipo a Joe Mazzulla, asistente de Udoka, quien tendrá el complicado desafío de mantener, al menos, el alto nivel visto en la pasada temporada.
Además, todavía no está claro qué ocurrirá con Udoka, que sigue formando parte del equipo.
El puñetazo de Draymond Green
Ni los Warrios de Golden State, campeones de la NBA, se salvaron de la movida pretemporada. En un reciente entrenamiento, a pocos días del comienzo de la competición, Draymond Green dio un puñetazo a su compañero Jordan Poole. Su gesto fue grabado por un desconocido y fue publicado poco después por ‘TMZ’.
Los Warriors prometieron investigar hasta el final sobre lo ocurrido y tomar medidas legales por la difusión del vídeo, aunque finalmente decidieron multar a Green, sin suspenderle.
“Me equivoqué por lo que hice el miércoles (de la semana pasada) y por eso pedí perdón al equipo y a Jordan, pero quiero dar un paso más. La publicación del vídeo (de su puñetazo) es algo que provoca mucha vergüenza. Es algo que me incomoda a mí, y eso es algo que me afecta a mí, pero también es la sensación de incomodidad que Jordan tiene, que este equipo tiene, que esta franquicia tiene”, dijo Green en una reciente rueda de prensa.
El técnico Steve Kerr reconoció que lo ocurrido es la más grande crisis que ha tenido en el vestuario de los Warriors en su larga y exitosa gestión.
Este martes, más de cuatro meses después, la acción volverá a las pistas de la NBA para la nueva temporada, con los Warriors llamados a defender su cetro y a dejar atrás las polémicas de otra movida pretemporada.