"Daniil Medvedev acaba con Novak Djokovic en Montecarlo"
MONTECARLO._ Daniil Medvedev no olvidará lo que sucedió en los cuartos de final del Rolex Monte-Carlo Masters. El viernes, el ruso venció 6-3, 4-6 y 6-2 a Novak Djokovic y alcanzó las semifinales en el tercer ATP Masters 1000 de la temporada, el que abre oficialmente la gira europea de tierra batida.
En el arranque del partido, Medvedev dio un paso al frente, mostrándose superior a Djokovic en el comienzo del encuentro. Con una gran solidez, el ruso se llevó el primer parcial después de romper el saque del serbio. Y es que el número 14 se mostró sin fisuras al servicio, cediendo sólo 7 puntos en ese primer set para golpear primero.
Así, y al igual que en el pasado Abierto de Australia, Medvedev logró arrebatarle un set al número 1 del mundo, que apretó los dientes para firmar una reacción esperada.
El serbio se hizo con el segundo set, necesitando casi una hora, tras aumentar el número de golpes ganadores (14) y reducir los errores no forzados (13), destruyendo la resistencia de su rival y obligándole a jugar la manga decisiva, que se compitió con los dos rivales a su máximo nivel.
Sin embargo, Medvedev demostró tener una marcha más. Desde el comienzo del tercer parcial, el ruso estuvo más incisivo que Djokovic, hasta que consiguió romperle el saque y colocarse 4-1, tras ganar el suyo.
Medvedev volvió a quebrar el saque del serbio, aumentando la ventaja a 5-1 y acercándose a toda velocidad al triunfo, lo que finalmente consiguió tras más de dos horas sobre la tierra batida de Montecarlo. Lo tuvo que hacer al resto, porque Djokovic le rompió el servicio cuando sacaba por la victoria, pero lo hizo al fin y al cabo, coronando un día inolvidable.
Por su parte, Rafael Nadal, número 2 mundial, superó por 7-6(1), 6-3 al argentino Guido Pella en un encuentro cuyo marcador bien pudo ser más largo.
Bajo una jornada de sol y pelota viva, el sudamericano planteó el partido desde la valentía, llegando a cuestionar el dominio del 11 veces campeón en los primeros minutos del encuentro. En un choque a puro corazón, con la igualdad por bandera desde los primeros tiros, Pella se dio un baño de batalla.