Alimentación para
el deportista

MEDICINA DEL DEPORTE

Amigo lector de Noroeste, el hablar de alimentación, va a depender de varios factores, como es la cultura, lugar donde se vive, etcétera. Por ejemplo, en persona donde la actividad física es intensa (albañiles, leñadores, peones de campo), se requiere una gran cantidad de calorías, las cuales se consumen a base carbohidratos, y alcohol (este último no todos), estos trabajadores son de trabajo corrido de por lo menos ocho horas, y no andan con personas a su servicio, ellos llevan su agua, su comida, algunos trabajan al rayo de sol, y todos los días, luego entonces, la pregunta del millón serán hombres y mujeres superdotados, sea cual sea la respuesta, estos trabajadores merecen el respeto de todo el mundo.

Los atletas que se les cuida, se les lleva un control en casi todo, porque ese cuidado tan vigilado “será mercadotecnia” o será una fuente de trabajo, porque usted vaya a los campos de entrenamiento y se dará cuenta que es raro ver “atletas” que lleven agua (esta es fundamental), que haya un calentamiento previo, etcétera. Pero bien, “es lo que hay”, en la alimentación del deportista, son los mismos nutrientes que consume usted, solo que dependiendo del tiempo de ejercicio (trabajo) será la cantidad de nutrientes a consumir. La disciplina en otro factor importante en el rendimiento y productividad deportiva.

Si se sabe que el rendimiento deportivo óptimo y la alimentación e hidratación correcta van de tan unidos que, hoy en día, sobre todo en atletas de alto rendimiento (olímpicos, deportes de elite, etcétera), no se puede concebir ganar ninguna competición ni ser un profesional del deporte, si no es con una alimentación adecuada y controlada. Los alimentos deben cubrir dos necesidades básicas, como son: la energética y la plástica, y están deben adaptarse a cada persona (atleta) en particular. Cuando se tiene la costumbre o el hábito de comer en familia, a la misma hora, los mismos alimentos e igual cantidad para todos, puede ser muy emotivo desde el punto de vista social y humano, pero no lo es cuando buscamos la mejor alimentación para cada persona, porque para uno la actividad física es diferente.

Un referente de saciar el “hambre” de nutriente lo tenemos en una gran cantidad de animales donde, estos buscan su comida del tipo que quieren y en las cantidades que necesitan. Poco les importa que su pareja o compañero coma más o menos y de tal o cual alimento. Hacen sus días de ayuno periódicamente y comen de acuerdo a las necesidades sin tener en cuenta el reloj.

El deportista profesional debe procurar seguir estas normas y adaptar la alimentación a sus necesidades y apetencias que se pueden ver influenciadas por algunos factores como son la edad, sexo, el clima y hábitos de los deportistas. Edad, las necesidades energéticas son grandes hasta los 25, 30 años, para sufrir un descenso paulatino hasta la vejez, a causa de la menor actividad metabólica. El clima, en invierno es necesario un aumento de las grasas con respecto al verano, para evitar que el organismo utilice parte de las calorías consumidas en combatir el frío. El carácter, los individuos nerviosos e hiperactivos consumen más caloría. Los hábitos, el deportista que fuma y bebe, el que trabaja en oficina o el que lo hace en una fábrica, el que descansa en sus ratos de ocio o el que va al baile tendrán que acomodar sus necesidades energéticas de acuerdo a sus costumbres.

Dentro de los nutrientes se tienen los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas estos los encontramos en forma natural y hechos con tecnología, pero sepa usted que todo nutriente entre más natural sea y su cuerpo mediante el metabolismo los digiera será más saludable para la persona. Esto no debe ser un problema con la industrialización de los nutrientes, pero el pasar a estos por procesos industriales equivale a alterar su naturaleza, lo que puede llevar a alteraciones digestivas.

La disciplina en otro factor importante en el rendimiento y productividad deportiva.