Actividad física en atletas especiales
Amigo lector de Noroeste, en la actualidad todo ser vivo debe realizar actividad física como preventivo tanto para la salud osteomioartricular como para enfermedades orgánicas.
En el atleta con alguna alteración morfo funcional, ya sea genética o adquirida, no escapa a este principio que es la realización de actividad física, esta debe de realizarse de acuerdo al estado físico y de salud. Ante esto se deben de tomar algunos factores que tendrán como finalidad el no causar daño, sino al contrario, que se vean favorecidas la salud y la calidad de vida.
En la actualidad, con el desarrollo de la medicina y la tecnología, el deportista se ha beneficiado, pero no todo es bueno, también estos avances repercuten en forma negativa en los individuos (algunos por abusos, otros por no ser aptos).
Hoy en día vemos que con la modernidad, el estilo de vida ha cambiado en forma vertiginosa, pasando de un estado de actividad y de alimentación natural, a la automatización del movimiento y el alto consumo de alimentos procesados, todo esto gracias al avance de la tecnología, pero sobre todo a que los individuos son conformistas, además de pasar de productores a consumidores, y es así como el sedentarismo, acompañado de dietas ricas en calorías y grasas saturadas provenientes de las comidas rápidas, viene causando estragos en la salud de las personas.
En el presente, en la Universidad Autónoma de Sinaloa, a través del servicio médico deportivo, se está realizando un investigación sobre los deportistas de doble carrera tanto de estado de salud especial, como el resto de los atletas, donde se quiere demostrar lo que han hecho otros investigadores donde se ha demostrado que el rendimiento deportivo “no está peleado” con el rendimiento académico, y que si a este rendimiento deportivo (actividad física) se le acompaña de una dieta apropiada, permite mejorar la calidad de vida y disminuye los riesgos de padecer enfermedades como la obesidad y las dislipidemias, que desencadenan a su vez, otro tipo de enfermedades crónicas, principalmente cardiovasculares y osteomusculares.
En personas cuyo estado especial de salud se la va a indicar actividad física “deportiva”, se le debe de realizar un chequeo médico, donde se valore su estado físico y de salud, una vez que se tenga un pronóstico, se le indicará una carga de trabajo, este se iniciará con actividad física. Recuerde que esta se puede tomar como un medicamento , ya que cumple con algunos requisitos como el ser prescrito de acuerdo a las necesidades y características particulares del individuo, especificando el de actividad a realizar, su duración, también dentro de las indicaciones se recomienda la alimentación, hidratación, vestimenta etcétera.
Para la intensidad, esta varía de acuerdo a la edad, sexo y estado físico de la persona. Uno de los protocolos para el cuidado y autocuidado del deportista y de quien quiera realizar actividad física es la frecuencia cardiaca máxima, para el hombre es : FC máx. = 220 menos edad (en años), para la mujer: Fc máx. = 210 menos la edad (años). En sedentarios y en persona con alguna patología nunca iniciar con frecuencia cardiaca de más del 60% de la frecuencia cardiaca máxima, iniciar entre un 40 a 60%, y como avance la condición física puede aumentarse a una 60 a 870% de la frecuencia cardiaca.
Existen estudios donde se afirma que por cada 2 mil 500 personas que se llevan a la frecuencia cardiaca máxima, dos tienen muerte súbita, cuídese y no sea parte de la estadística negativa.
También en la actividad física en estados especiales de salud es importante la frecuencia, la duración, hidratación y alimentación, la vestimenta, y todo cuidado que repercuta en la salud del individuo. Al iniciar cualquier actividad física se tiene que realizar un calentamiento acorde al individuo (preparación del sistema músculo esquelético), este calentamiento debe ser de baja intensidad, otra es la actividad central donde esta es de mayor intensidad, al terminar la actividad se inicia con el enfriamiento.
