Fortalecimiento
de huesos

MEDICINA DEL DEPORTE

Amigo lector de Noroeste, hoy en día, los padres (no todos) son “alcahuetes de los hijos”, con expresiones como; para que no sufra lo que yo sufrí, les compran hasta lo que no ocupan y si alguien les dice que sí hay que querer a los hijos y con darles lo suficiente se cumple, que hay que dejarlos que corran, trepen, escalen, que hagan actividad física que esto se les va a redituar beneficios en la salud, ah pues se enojan, pero sabe padre de familia, la alimentación de calidad (y no en cantidad) con horario, que se ingiera lo menos industrializado o manipulado por el hombre, que la hidratación sea con agua natural, nada de enducolorantes artificiales, que en su dieta se incorpore los menos posible de azucares y harinas blancas les estará ayudando a una buena digestión, y cuando lleguen a adultos su sistema digestivo estará en las mejores condiciones para llevar la digestión y con esto una mejor nutrición.

Los huesos son estructuras que nos dan soporte, protección y producción de elementos de la sangre, es por esto que los debemos mantener en las mejores condiciones en cualquier etapa de la vida y de los factores importantes para este fin es la nutrición y la actividad física. La actividad física “deportiva”, es importante para fortalecer los huesos y reducir los riesgos de caída. Sin embargo, antes de empezar cualquier programa de actividad física es necesaria la evaluación médica; donde el trabajo en equipo (entrenador, médico “atleta”) se podrá ayudar a determinar que ejercicios son mejores para el individuo, dependiendo la afección, la edad y otras limitaciones físicas.

En los ejercicios es importante que se realice la carga tanto con ejercicio aeróbico como anaeróbico. En el caso de los huesos es primordial el ejercicio con peso, donde este debe ser acorde al individuo. Ya que desafían a los músculos, tendones y ligamentos contra algún tipo de resistencia (por ejemplo el uso de mancuernas, bandas elásticas o el propio peso corporal) para tirar de los huesos y estimularlos para “hipertrofiar” las fibras musculares. Como resultado, los huesos le indicarán al cuerpo que produzca tejido adicional para generar huesos más fuertes. Dentro de las actividades que debe realizar el individuo como ejercicio anaeróbico están las flexiones de pecho, conocidas como lagartijas, cuclillas, caminar y pisar fuerte, subir escaleras, levantamiento de cadera y pierna elevaciones de talón, etcétera.

Una de las preguntas en consulta es ¿los huesos están vivos o muertos?, los huesos no son como rocas; contienen células vivas, nervios, vasos sanguíneos y receptores de dolor (un motivo por el que duelen cuando se fracturan), además de materias orgánicas e inorgánicas que los hacen fuertes. En los huesos sanos, las células y otros componentes se reponen a u ritmo relativamente rápido, lo que les permite renovarse constantemente. El esqueleto de un adulto contiene en promedio entre 1.100 a 1.500 gramos de calcio. Un solo centímetro cúbico de hueso tiene más calcio que todo el que circula en la sangre. En peso, el calcio representa el 40% del con tenido mineral óseo y el fosforo el 60%, de ahí la impostaría de mantener huesos sanos.

Como hacer algunos ejercicios para prevenir alteraciones en el hueso; recordemos que la alimentación debe ser de calidad no de cantidad, que aunado al ejercicio el beneficio será mayor. Las flexiones de pecho (lagartijas), puede hacerlas contra la pared, sobre rodillas dobladas o sobre el piso. Extienda los brazos y separe las manos a lo ancho de los hombros en la superficie frente a usted. Apriete los abdominales, doble los brazos y baje el torso hacia la superficie. Empújese hacia arriba. Realice de tres a ocho veces, descanse y haga una segunda y las veces que quiera estas repeticiones sin llegar al cansancio, fatiga o dolor. El caminar y pisar fuerte, el ponerse en cuclillas, subir escaleras y cualquier actividad no debe comprometer su estado de salud ni su calidad de vida.

Amigo lector de Noroeste, usted cuando asiste al médico le pide vitaminas, va a la farmacia y se las ofrecen, o las pide por su cuenta.
Los padres (no todos) son “alcahuetes de los hijos”, con expresiones como; para que no sufra lo que yo sufrí, les compran hasta lo que no ocupan y si alguien les dice que sí hay que querer a los hijos y con darles lo suficiente se cumple, que hay que dejarlos que corran, trepen, escalen, que hagan actividad física que esto se les va a redituar beneficios en la salud